lunes, 26 de noviembre de 2012

PALABRA Y LIBERTAD


LIBERTAD Y PALABRA
Cuentan que en el País de los Derechos Fundamentales, soñado y anhelado por muchos, añorado y desconocido por tantos; vivían dos muy buenas amigas llamadas Libertad y Palabra. Ambas sabían muy bien de sus responsabilidades así como de sus límites para con sus semejantes y su leitmotiv era llenar de satisfacción las vidas de aquellos que disfrutaban de su amistad en mutua simbiosis. Libertad y Palabra eran conscientes de que existían lugares y mentes en los que -y por las que- no siempre eran bienvenidas…sitios y espacios en el tiempo…durante los que eran temidas por su inteligencia y sensibilidad que asusta a los que menos les respetaban: aquellos que por medio del acoso intentaban manipularlas, reprimirlas, llegando en ocasiones a reducirlas hasta su mínima expresión.

Marta Albricias

PALABRA Y LIBERTAD

Cuando Libertad que se hallaba encadenada en la mazmorra, vio que traían amordazada, a su amiga la Palabra; lloró amargamente…
En otro tiempo Libertad siempre había hecho lo que quería. Andaba libremente por las calles y plazas saludando a todos, cogida de la mano de su amiga la palabra, la cual, le recriminaba duramente cuando ella se propasaba en sus actos. Pero llegaron al pueblo tres sujetos nada recomendables, llamados Represión, Intolerancia y Censura, y se hicieron con el poder en un instante. Para ello, bastó con aprisionar a Libertad y después amordazaron sin esfuerzo a la palabra, y el pueblo entendió enseguida que una imagen vale más que mil palabras. Y al pueblo no le gustó nada ver a Libertad encadenada. Lo que luego pasó ya es otra historia llamada Revolución.

Jordana-Lola

PALABRA DE CABRA
“Vive y deja vivir”, es la única ley de la Josefa, viuda setentona de armas tomar, militante contra la dictadura en la clandestinidad, y actual beneficiaria de una vejez modesta pero holgada, con el dinerillo que le proporciona la venta al menudeo de hachís a unos cuantos clientes fijos del barrio obrero donde vive, realizada con la suficiente discreción como para que, aunque casi todos sepan de doña Josefa y de la casa barata en la que vive, casi nadie conozca de su actividad, de lo cual además puede inferirse, que aplica sabiamente su experiencia clandestina de épocas pasadas.
Si se presta un poco de atención, algunas señales dan pistas sobre dicho pasado; un par de insignias con las efigies de Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin, y de Karl Heinrich Marx, alias Groucho, entre unas tazas de café en la vitrina de un espartano mueble de comedor; una matrioska y una réplica en madera de la catedral de San Basilio, en la repisa inferior; una personalidad con el mismo carácter indomable e inquebrantable que el del pueblo ruso; y sobre todo, las cabras.
Sí, las dos cabras que le vigilan la finca con más mala leche que un pitbull. No es que sean rojas y tengan tatuadas una hoz y un martillo, no, de hecho, son genuinas cabras blancas que se zampan todo lo que se les pone por delante, incluyendo plásticos y otros derivados del petróleo; la huella de su dueña, solo aparece cuando ésta las reclama a la hora del rancho, o para que cesen sus embestidas contra la entrepierna de un visitante, una vez identificado. En esos momentos, es cuando se puede escuchar la curtida voz de la señora Josefa gritando, “palabra”, “libertad”, ¡aquí!, y un presto, “beeeeeeee”. 
Josean

PER EN MANEL
En Manel i jo compartim la vida fa més de 20 anys. Quan el vaig conèixer el seu cap no estava emblanquinat i els seus ulls no eren envoltats de les petites marques de la vida.
“Hola... com et dius?”, em va dir i, després de respondre-li em va explicar que ell era el Manel.
Ens veiem cada dissabte, passàvem una estona junts, fèiem uns quants jocs i compartíem el matí.
Al cap d’uns dos anys, la vida ens va separar i, anys després, vam tornar a coincidir en mig d’un carrer del barri. Després de saludar-me amb les mateixes paraules que anys enrera, em va dir “Tu ets.. la meva amiga..., oi?” , “Sí, Manel, sóc la teva amiga”-. Així de fàcil, per damunt de tot, el Manel sabia que jo era la seva amiga.
Ens hem anat retrobant un o dos cops l’any i hem anat envellint junts. Bé, en realitat, sembla que només ho he fet jo, que el Manel continua sent el mateix noi de l’esplai.
-Ets... mare?” em va dir quan me’l vaig trobar empenyent el cotxet del meu primer fill. La paraula em va impressionar, en els seus llavis, prenia una força i solemnitat que em sorprenia. No és que hagués tingut un fill, això és el que pensaven els altres, no, és que era mare, als ulls del Manel jo era mare i era la seva amiga i això em col·locava en una posició de la qual no me n’havia adonat fins aquell moment.
- “Com ...et dius?” ... “Ets... la meva amiga,...oi?” em va dir l’últim cop que ens vam trobar. Sí, Manel, sóc la teva amiga i amb tu em sento lliure de ser com sóc, perquè faci el que faci sempre tens clar quina és la paraula que em defineix.

Ginebra


CAMINO DEL CAMPO DI FIORI
De pie, expuesto a la befa pública, atado a un barrote del carro que le conduce a la hoguera, Giordano Bruno permanece reconcentrado en sí mismo e indiferente al griterío de la muchedumbre que se apiña en todo el recorrido hasta el Campo di Fiori.
Lleva siete años en manos de la Santa Inquisición y no han conseguido quebrarle, reiteradamente se ha negado a retractarse. Hace poco más de una semana, el Santo Tribunal hizo pública la sentencia, y Giordano comentó: "Probablemente, ustedes tienen más miedo al pronunciar la sentencia que yo al escucharla”. A Bruno Le sostiene el furor heroico, la exultante convicción de ser una parte de Dios. Este piadoso sentimiento es lo que le permite aislarse de los improperios y verduras que el populacho le arroja.
Por un momento abre los ojos y vislumbra al final de la calle el Campo di Fiori, una plaza rectangular y alargada, en la que se agita el gentío. Esta visión le evoca el mar, que para él está inevitablemente unida a cierta tarde en que se escapó del convento de Santo Domingo en Napoles, junto con otros novicios, para jugar en la playa. Fue aquella tarde, con el gozo de corretear sobre la arena, el manso rumor de las olas, el olor a salitre y a alga marina que los temporales amontonaban, los destellos del sol sobre aquella superficie casi inmóvil, la inmensidad del mar, y sobre todo con la luz, aquella luz que todo lo envolvía y transfiguraba, que Giordano supo que el universo no tenía límites, como el mar; que estaba vivo, también como el mar; y que contenía destellos de la divinidad, al igual que la superficie del mar.
El carro se detiene, a Giordano lo llevan en volandas hasta poner pie a tierra. Mira a lo alto y comprueba que en Roma se goza de un día de febrero sereno, el cielo está despejado y el sol algo pálido. Aunque siempre majestuoso, como corresponde a la luminosa manifestación del el espíritu que todo lo anima.
Entonces, justo antes de subir al cadalso, Giordano comprende que toda su vida no ha sido sino un intento de explicar lo que experimentó aquella lejana tarde de su juventud. Reconoce que quizá no lo ha logrado plenamente, pero sabe que no lo ha traicionado. Y este pensamiento lo reconforta frente a la multitud que ruge al verle sobre a la pila de leña

Felipe Deucalión

PALABRA Y LIBERTAD
Ella se estiró en la cama y dejó la mirada perdida. No tardó en entrar en un estado de duermevela que le parecía plácido.
Al poco rato pasaron por delante de sus ojos sombras de colores que poco a poco iban tomando forma. Sentía curiosidad por saber de que se trataba.
Notó como salía de su cuerpo y cada vez se acercaba más a los colores que la envolvían suavemente. Una mancha roja se aproximó más que las otras y vio que era una letra.
Su cerebro no acababa de comprender que sucedía. El asombro aumentó cuando se fueron perfilando los contornos y vislumbró la letra A. Seguidamente vio detrás de ella a una letra M verde, y al lado una U azul, y delante de esta un sinfín de letras de colores. Todas la miraban.
Se movían a su alrededor lentamente y flotando en la nada, como ella misma. La A se le aproximó y le dijo con una voz aterciopelada:
Bienvenida al mundo de las letras, se que te parecerá extraño, pero nosotras estamos siempre con los humanos. Tenemos mucho trabajo, ya que nos llaman continuamente, día y noche, para formar palabras. No damos abasto. Nos reclaman de todos los países y nacionalidades, de todas partes. No descansamos nunca. Te podemos presentar a compañeras de todos los alfabetos existentes.
Hay humanos que no nos conocen, pero también acudimos cuando hablan entre ellos. Pero hay lugares en el mundo en los que alguna combinación nuestra no es aceptada. Hay palabras censuradas que no pueden hacerse públicas. Tenemos que prestar nuestros servicios a escondidas.
Las personas que nos utilizan corren un elevado riesgo. Estamos oprimidas aunque siempre hay hombres y mujeres valientes que nos llaman igualmente. Muchos de ellos son encerrados o aniquilados por expresarse. Pero también podemos ser usadas para hacer daño.
Nosotras formamos las palabras que los humanos utilizan para manifestar lo que sienten pero somos una invención suya.
Nos queda ya poco tiempo para estar contigo. Piensa que gracias a nosotras nos han llegado conocimientos de épocas pasadas y de otras gentes. A través nuestro pueden aprender un gran número de personas, aunque no todas.
Ella notó como se desdibujaban los contornos de las letras y todo tenia un aspecto borroso. Observó que los colores se difuminaban y volvió a notar sus brazos y piernas.
A los pocos minutos abrió los ojos y vio la habitación. ¿Había sido un sueño o una alucinación de su mente? No lo sabía. A su lado había quedado el libro abierto y sintió como si la llamaran desde sus páginas.
Lo cogió y leyó la palabra libertad.
Laia

 


martes, 13 de noviembre de 2012

CRISIS



PIE IZQUIERDO EN CRISIS

Me levanto deprisa. Hoy tengo la reunión más importante del año. Al llegar al lavabo me percato que voy arrastrando la pierna izquierda. Vuelvo a la habitación y ahí está el pie izquierdo inmóvil al pie de la cama. Le regaño. Me acerco a alcanzarlo y se desplaza al otro extremo. Así incontables veces hasta que le doy un zapatillazo. Aprovecho su aturdimiento para  acomodarlo en su lugar. El tiempo apremia. Ya saliendo, el pie izquierdo se queda clavado en la entrepuerta. Le hablo dulcemente. No hay respuesta. Le golpeo el empeine suavemente. No reacciona. Finalmente un fuerte pisotón (con el pie derecho) provoca que se despegue del suelo y aprovecho para sacarlo de casa. El pie izquierdo, en un ataque de rebeldía, da una fugaz pirueta y vuelve a entrar en casa justo al cerrarse la puerta.
Gemma


PEOR QUE UNA CRISIS

Ellos casi no saben que es la crisis porque casi siempre la tuvieron.
 Si viven en ciudades, sus calles huelen mal. Si tienen zapatos a veces son los restos de garrafas de plástico. Algunos de ellos han probado la Coca-Cola probablemente bebida en bolsas de plástico.
 Sus hijos quizás se han arriesgado a viajar a ese continente en el que se habla de crisis para enseñarnos el significado de una inevitable y forzada gestión financiera, pues pueden sobrevivir varios días con un Euro en el bolsillo. Algunos saben hasta sonreír cuando se les insulta.
Pero sobretodo algunos ofrecen su feliz sonrisa amarfilada cuándo en su país observan el sol cada mañana y saben agradecer las escasas gotas de lluvia mientras sus familiares empiezan el día escuchando debates sobre la crisis en ese continente tan próximo y tan lejano al mismo tiempo.
Susana


LA CRISIS A 1,46

Siempre los había visto fuertes. Me explicaban que ellos de pequeños no tenían tantas cosas como yo. Habían crecido después de una guerra y el día a día no les había ofrecido tantas posibilidades.
Sabían jugar conmigo a cosas que, a veces ni tan sólo mi imaginación podía inventar y se reían contando cosas muy simples y sencillas.
Reclamaban cariño pero refunfuñaban menos que sus hijos que eran mis padres.
Mis padres desde hacía dos años me explicaban que ya no podía tener o hacer tantas cosas como antes porque en el mundo había crisis. Al principio, me costó entenderlo y me enfadaba. Pero luego me di cuenta que si tenía menos cosas de pequeña, a lo mejor sería de mayor una abuela tan resistente e imaginativa cómo los míos.
Ya sólo me preocupaba si podría haber alguien parecido a Hitler pues oí que había llegado al poder en épocas de crisis. Mamá me contestó que no. Entonces me quedé aliviada, dormí tranquila y desperté pensando que era feliz viviendo en una crisis vista a un metro y cuarenta y seis centímetros.
Susana


ESTAMPITAS

Puntapié a una lata, manos en los bolsillos, vacíos pero bolsillos al fin y al cabo. Da lástima ver esos compartimentos concebidos para contener, viviendo casi inservibles por haber tan poco que guardar. Hay que animarlos sin embargo, decirles que así permanecerán aseados, oliendo a suavizante; sin sufrir erosión por los cantos de las monedas; sin padecer obesidad por abultadas carteras; sin sentirse preocupados por si han de escuchar “dame todo lo que lleves en los bolsillos”; sin ... no sé.
Vale, es una memez, pero algo hay que decirles. Trato de imaginar un mundo sin ellos, pero mi imaginación no da para tanto. Siempre ha sido escasa por la obligación de tener “los pies en el suelo”. Ahora ya no están solos los pobres pies, los bolsillos están con ellos ahí abajo, charlando con ánimos y colillas, y ruedas de carritos de supermercado. No son tan malas las crisis, solo suenan feo y dejan un regusto de timo, como si unos pocos te hubieran endosado un puñado de estampitas.
Josean


CRISIS

Acostumbra a sentarse frente a una sucursal del Banco de Santander. Es joven, de tez morena, taciturno. Junto a él, unos cartones con estampas de santos y una frase “para comida”.
Se ha hecho amigo de unos paquistaníes que regentan una tienda de ultramarinos y ellos le dan fruta y algún bocadillo que el joven comparte con un flaco perro de pelaje gris al que llama “Crisis”.
-“Crisis: ¡qué malo es el hambre, llevo demasiado tiempo sin trabajo! –le dice al perro mientras le acaricia el  lomo- pero mi mujer me dijo el otro día que dejaría a los niños en Marruecos, con su madre, y se vendrá a Barcelona, para trabajar limpiando en las casas y ganar dinero para los dos, hasta que yo encuentre otra vez trabajo en la construcción. ¡Las cosas cambiarán, ya lo verás!…”
Crisis lo mira con los ojos enrojecidos, como si hubiese leído los titulares de una hoja de periódico que el viento ha depositado cerca: “14 muertos al naufragar una patera, tres de ellos mujeres”.
El joven abraza al perro y ambos sienten un estremecimiento. Ha llegado el otoño.
Marrosa.



CADA VEZ QUE SE ROMPE EL SACO

― SIGUIENTE…
― ¡Hola, buenos días!
― ¿NOMBRE?
― Crisis.
― ¿APELLIDOS?
― Pues…depende...
― ¿DEPENDE?... ¿DE QUÉ DEPENDE?: ¿PODRÍA IR AL GRANO Y DECIRME SUS APELLIDOS DE UNA VEZ?  NO TENGO TODA LA MAÑANA…
― SÍ, por supuesto…digamos que…me apellido Económica Mundial -según  aquellos  que conciben los asuntos económicos  única y exclusivamente al servicio de los poderes financieros- pero en realidad, a estas alturas y de nuevo en la Historia…visto lo que estoy afectando al conjunto de la sociedad, en especial a los sectores no implicados en mi presencia, soy Sistémica Global…está claro que hay algo que no va…empezando porque  “se olvida” que la Economía es una ciencia social que nació para distribuir los bienes y su producción de  forma óptima; teniendo en cuenta, ante todo, a las personas y considerando su entorno a la par.
― Y… ¿QUÉ LE TRAE DE NUEVO POR AQUÍ?
 Lo de siempre…aparezco cada vez que “se rompe el saco”… cuando la avaricia…la codicia alcanza cotas desmedidas, perdiendo el sentido del límite. ¿Sabe usted?... Se ha vuelto a socavar el bienestar y la prosperidad del pueblo.
― OIGA, NO ESTOY PARA MELODRAMAS... ¿QUIERE AÑADIR ALGO MÁS?
Sí, quisiera pedirles algo:…no olviden nunca que cada vez que aparezco, represento un punto crítico en la Historia de la Civilización: siento que una vez más haré sufrir más…a los que menos culpa tienen de todo esto, pero por otro lado… soy también una oportunidad porque sé que mis causas y consecuencias, se pueden traducir positivamente en la necesidad de reflexionar sobre una sociedad que pide a gritos una transformación profunda de las relaciones humanas con la economía y viceversa; y ello sería, sin duda, un buen inicio hacia una auténtica mejora y recuperación. No sabe usted lo que daría para que mis declaraciones no cayeran en “saco roto”. Gracias, muchas gracias por escucharme.
― SIGUIENTE…
Marta Albricias


CRISIS

Siempre pensaba que era un hombre afortunado. No rico pero feliz. Tengo nuna esposa y 3 hijos sanos y guapos. Un trabajo estable, un piso de alquiler muy acogedor. Trabajaba casi 28 años en una empresa mediana. Cunado estalló la crisis y la gente empezaba a perder su trabajo pensé que a mi no me puede pasar esto. Llevaba demasiado tiempo en la empresa y no era una empresa familiar con 5 trabajadores. Nosotros eramos mas de 60 personas. Primero nos decían que teníamos que trabajar mas horas por el mismo sueldo. Vale, no hay problema. Luego que la nómina no la pueden pagar toda y así succesivamente hasta que nos debían 4 nóminas y la paga de verano. En septiembre nos hemos enterado por los medios de comunicaciones que la empresa esta en suspensión de pago. Esto significa que pierdes tu trabajo y encima no cobras indemnización ninguna por la empresa. Había que cogerse un abogado y pedir lo del Fondo Europeo.
Mi mujer que trabajaba 4 horas también ha perdido su trabajo, pero con la suerte de alguna indemnización. Los primeros 2 años podiamos afrontar los pagos. Pero luego, cuando hemos consumido todas las pagas del paro empezó lo más duro. Primero nos cerraron el teléfono, 2 meses mas tarde el agua, gas y luz. Y a final venía el desahucio porque no podiamos pagar ni siquiera el alquiler.
Ahora vivimos los 5 en casa de mi suegra.
 Mi suegro falleció hace poco y así nos deja un poco mas de sitio en el piso y encima dinero de viudez a su esposa. Que buen hombre era. Dios le trate bien que era una muy buena persona.
Asi es nuestra situación ahora. Enfado, frustración y rechazo a todos los políticos y banqueros.
Esperamos a que un día empecemos a mejorar nuestra situación, porque todo termina algún tiempo.
AAHHHH y nuestra lección de la crisis. No votamos a nadie mas. Lo único que quieren los políticos de nosotros es cada 4 años nuestro voto. Y es el único arma para demonstrarles nuestro rechazo tan profundo que les tenemos.
Monika


DE LA CRISIS NUESTRA DE CADA DIA LIBRANOS SEÑOR


Primera crisis: Suena el despertador: son las siete de la mañana.Luna, cariño, vaaa  que ya es la hora, levántateeee. Salgo de la ducha: son las siete y cuarto. Luna sigue en la cama. Se me dispara un pelín la adrenalina, pero con calma, todavía controlo. Lunaaaa, que son las siete y cuarto, que no llegaaaas……Me visto y preparo el desayuno, son las siete y media. Nadie en el comedor, se me dispara la adrenalina, la noradrenalina y todo lo que acaba en ina. Lunaaaaaaaaa, ¡Cómo no estés aquí en 5 minutos, te vas a enterar!!!…….. Luna, se levanta a regañadientes  y cuando pasa por delante del reloj de la cocina, ” li agafan els 5 minuts”. Ay Ay que no llego, ay ay que no me entra la leche, mamaaaaa tráeme la ropaaaaaa que no llegooooo.  Ya te apañarás que llevo toda la mañana llamándote. A las siete y cuarenta y cinco ya no hay quien me pare, le  doy la mochila y el abrigo, mientras la saco  a empujones  por la puerta.  ¡Cómo te pongan falta por llegar tarde te vas a enterar!

2ª crisis: Son las dos dela tarde, Plooommm, portazo de Luna, qué hay para comer.  Lentejas, jooo lentejas, sabes que no me gusta las lentejas Pues esto es lo que hay así que si quieres las comes o si nó las dejas.
3º Crisis:Son las 10 y media de la noche,  Lunaaaaa a la cama que ya son más de la mediaaaaa.  Ahora voy, solo un ratito que acabe de ver Icarly.Las 10 y 40,   ya de los nervios voy,  apago la tele, apago la luz, y berreo de la niña porque se tiene que ir a la cama sin sueño.  Berreo y más berreo hasta que  -o te duermes y te callas o te vas a enterar……..Las 11 h. cierro los ojos y cuando estoy a punto de coger el sueño…..prompromprom el camión de la basura  - me cago en …………….
7:00 h. de la mañana, suena el despertador………. ¿Se habrá acabado hoy por fín el mundo?……….
Jordana- Lola
 

CASI


El padre abrió la puerta y gritó eufórico:

“Familia! Mañana tengo una entrevista de trabajo para vigilante de una obra!!!”
Los cinco niños se levantaron de alrededor del brasero y se abalanzaron sobre él.
Comenzó una actividad frenética en la humilde chabola en la que no habían tenido una noticia así en los últimos tres años.
Los dos mayores fueron a buscar agua mientras la abuela aviva el fuego en la vieja cocina de leña para calentarla.
Los más pequeños, siguiendo las órdenes de su madre, fueron a las chabolas de los primos para buscar ropa lo más decente posible.
La matriarca sacó las dos gallinas que vivían en la podrida bañera y comenzó a limpiarla.
Por la noche, después de cenar el plato de arroz blanco con tomate de bote, toda la familia se reunió alrededor del padre.
Una vez afeitado, con las uñas cortadas, el pelo arreglado y tras una interminable sesión de estropajo en la bañera, el aspecto había mejorado extraordinariamente. Se probó la ropa delante de todos e hizo un enorme esfuerzo para que le cupiesen los zapatos dos tallas más pequeñas. Tras varios intentos consiguió hacer un nudo en la corbata que guardaba desde el día de su boda.
Aquella noche la abuela no roncó y los críos que compartían tres colchones en el suelo con sus padres, apenas se movieron.
Nadie pegó ojo imaginando lo que podría cambiar la situación si por fin entraba un sueldo en casa.
La noche si hizo eterna, pero a las seis en punto estaba todo el mundo levantado y despidiéndose de su padre. Se caló la gorra hasta las orejas, dio un beso a cada uno de sus hijos y dando media vuelta comenzó a caminar hacia la ciudad.
Estaba ya anocheciendo cuando se oyó un ruido fuera y siete pares de ojos dirigieron su mirada hacia la puerta.
Apareció el padre con los zapatos en la mano y los pies ensangrentados. No pudo evita que dos gruesas lágrimas rodaran por su mejillas mientras se hacía un huevo alrededor del brasero.
Mientras se aflojaba el nudo de la corbata dijo sollozando:
“Sólo quedábamos dos, pero le dieron el puesto al otro porque iba descalzo y casi desnudo y pensaron que le hacía más falta que a mi…”.
Biker


NOVES OPORTUNITATS

-Ding dong
-Qui és?
-Bona tarda senyora, Vinc del departament d’hisenda pel impost de noves oportunitats.
-Pel impost de què?
-Tal com ho sent senyora, noves oportunitats. Finalment el nostre govern ha assumit el consell dels especialistes que venien dient fa temps que un període de crisis i es un període de noves oportunitats i de noves riqueses. I jo soc un dels inspectors responsable de fer aflorar tota aquesta riquesa fora de l’economia submergida.
-Doncs no se que vol dir amb noves riqueses. Fa ja mes de sis mesos que em varen fer fora de l’empresa i no aconsegueixo trobar res.
-Així doncs està sense feina? Això significa un munt d’oportunitats, quina sort que te vostè, pensi en totes les feines que ara pot arribar a fer. Res l’impedeix llançar-se a per la feina de la seva vida mentre altres com jo tenim que seguir amb la nostre feina de sempre.
-Però escolti...
-Res dona res, marco la casella de noves oportunitats de feina, i així ho pot compartir com a bona ciutadana amb tots els que no tenim aquesta sort. Son tan sols 673, 23€
-Però és que jo no estic cobrant res de res, com vol que pagui...
-Sense Ingressos, ja marco la casella. Els especialistes consideren que aquesta és una oportunitat especial per a les persones, la necessitat de trobar una nova font d’ingressos està fent que apareguin constantment nous recursos als que hem d’imposar els corresponents impostos. Seran doncs 1239,23 €. Aviat li enviaran el full de pagament a aquesta mateixa adreça.
-Doncs ho tenen clar, la setmana vinent haig d’abandonar el pis, ja.
-L’han de desnonar?  Disculpi’m llavors senyora, desconeixíem aquesta dada. Ara mateix informaré de la seva situació.
-Gracies, que han decidit ajudar-nos d’una punyetera vegada?
-Doncs no exactament, però tots els especialistes estan d’acord en que la necessitat d’ingressos combinada amb la disposició a trobar una nova vivenda es la millor oportunitat de progrés per a qualsevol esser humà. Qualsevol biòleg li dirà que això és el que ens ha fet grans com espècie. Deixem’ho doncs per avui, i un cop estigui al carrer o a casa d'un familiar, ja vindre jo o algun dels meus companys per informar-la del impost especial per a grans oportunitats! La felicito per tot el futur que s’està obrint davant seu i espero que segueixi igual de conscient dels seus deures com a ciutadana. Bona tarda.
Herman


LA EPIFANIA DE JORSAVAT

Su vida se hundía sin remedio: le habían despedido; la comunidad de la Virgen de la cementera de Montcada, en la que se había refugiado, se deshacía como una pastilla efervescente, cada domingo eran menos los que se reunían junto a la valla de la cementera, hacía meses que la Virgen no se le aparecía a la vidente; y su mujer, Angelines, que fue de las primeras en abandonar la comunidad, ahora se ganaba la vida como aromaterapeuta y vivía con un psiquiatra con el que compartía la consulta.
Adrián se dio a la bebida, concretamente a la absenta “Diable Rouge”. Su ánimo oscilaba entre una apatía casi total y unos arrebatos místico-visionarios sobre el reinado del anticristo que tanto podían hacerle sonreír con complacencia como espantarle hasta el grito desgarrador. Su desorientación iba en aumento, sospechaba que estaba endemoniado, o como mínimo maldito. Estaba en una crisis absoluta.
En estas circunstancias, Adrián, que ya no sabía dónde meterse, se coló en una clase del Seminario. El profesor disertaba sobre la dormición de la Virgen, ese glorioso tránsito de la Virgen en cuerpo y alma a la otra vida, que admite dos interpretaciones: la católica que considera la Virgen murió pero fue resucitada inmediatamente y la ortodoxa que sostiene que la Virgen fue dormida para que no sufriera en el mencionado tránsito. Esta preocupación de Cristo por que su madre tuviera una buena muerte enterneció a Adrián hasta el tuétano de los huesos y salió del Seminario con los ojos anegados de lágrimas y el corazón reconfortado.
Por fin volvió a su casa, hacia días que no la pisaba. Contempló con indiferencia el retrato de él y Angelines a los pies de las pirámides –qué lejos quedaba el viaje de bodas-, vació en el retrete las botellas de absenta “Diable Rouge”, le rezó a la Virgen de la cementera que tenía en la mesita de noche y se durmió como un bendito. Soñó que los vecinos y los habituales del bar no le conocían, se miró en un espejo y él tampoco se reconoció, entonces recibió un wassap que decía: Adrián ha muerto, tú eres Jorsavat, el profeta de los tiempos revueltos.
Al día siguiente Jorsavat verificó en su móvil que efectivamente había recibido el mensaje divino, tomó un desayuno frugal, puso la biblia y una muda en una bolsa de viaje y cogió un autobús a Zaragoza. Luego se perdió por los Monegros, obviamente debía purificarse en el desierto antes de mostrarse al mundo.

Felipe Deucalión