PARADOJA
Paquito, Paquito, toma mira lo que me ha dao la Señora pa ti.
¡Anda uno de Spiderman y dos del capitán America! dice mi
hermano.
A mi también me gustan, pero como soy mayor dejo que Paquito
los lea primero,
Yo sueño con tener un antifaz y hacer el bien sin que nadie
me reconozca.
Mañana tenemos que ir a la capital a visitar una tía abuela
que está pachucha, no me gustan estas visitas, pero por lo menos comeremos
mejor que acá.
¿Mama que son esta gente que va vestida tan rara? pregunta
Paquito, ¿son superhéroes?
No niño! son nazarenos, responde la prima Rosarito;
¿Y que es un nazareno?
Son señores que han hecho cosas malas y piden perdón de está
manera, así expían sus pecados; venga
tos a la cama que mañana hay que ir a ver los pasos.
Hoy por la mañana toda la casa anda revuelta, todos hablan a
la vez, lloran y gritan, la tía abuela ya no respira, nadie comprende como se
ha podido morir tan de repente.
Ahora es casi seguro que el próximo año yo ya podré llevar un capirote morado.
Rosa
AL SUR DE GALILEA
Un deseo
Nazaret, 5 de abril de 2013
Cuando llegamos a Nazaret en el año 48, tras aquellos largos
meses, ya sangrientos, que dieron paso al reparto de esta tierra, hemos vivido
manteniéndonos fieles a nuestra más firme convicción de que la paz llegará
algún día porque la convivencia es posible: recuerda Toledo, Girona,
Córdoba…Mírame a mí, que con tu abuelo judío he sido la mujer árabe más feliz
del mundo.
Ahora, cuando siento que se me acaba la vida; cuando sé que
me queda poco por vivir te escribo estas palabras desde lo más hondo de mi ser,
porque deseo que tú sigas haciéndolo durante muchos años más y que algún día,
lo hagas en paz: que cese la muerte en vano, el daño y la degradación de un
pueblo sobre otro pueblo; te pido que todo este dolor no te sea nunca indiferente y
que si llegas a vivir el cese de este, no olvides nunca salir a la calle,
subirte al tejado, enfilarte encima de
los muros que estén ya a punto de derribarse y que grites a los cuatro vientos:
¡Hallelujah! הַלְּלוּיָהּ
en hebreo, en árabe سبحوا الرب que allí donde esté, lo pueda oír.
(Este último deseo podría haber sido tanto para
Benjamin, como para Haima, Kiria; para Ashraf y para Aizik; para Ibraïm y también para Laither, Bilha, Ashira,Janine,
Abdel…y tantos otros).
Marta Albricias
DEL NAZARENO
Del Nazareno circulaban varias historias en la comarca, no
necesariamente convergentes, aunque sin contradicciones flagrantes. La más
socorrida explicaba que su fortuna se inició con los restos de un naufragio que
el Nazareno encontró una brumosa mañana del 1.875. En aquella zona la costa era
escarpada, pero no peligrosa, como si ocurría en la comarca vecina. Allí, los
naufragios eran frecuentes, hasta el punto de que se había hablado, que los
propios vecinos de aquellas tierras habían hecho algún fuego en lo alto de
cierto monte próximo a la costa, en noches de tormenta.
Luego, el Nazareno invirtió con cabeza y dedicó su vida a la
industria conservera, que acabó controlando en la región; a la política, en la
que promovió a dos hermanos y un primo; y a la cofradía de la Virgen del
Carmen. Costeó un paso y promovió que la hermandad marinera se sumará a la
procesión del Viernes Santo. Nunca faltó el Nazareno, siempre fue descalzó, y
jamás aceptó ocupar un lugar destacado.
Las malas lenguas agregaban dos anécdotas. La primera contaba
que un industrial conservero rival del Nazareno, y que al final se arruinó, le
había regalado un cuadro en el que se veía a una soberbia goleta de tres palos
zarandeada por el oleaje junto a un acantilado. La otra, hacía referencia a que
en sus últimos días el Nazareno fue víctima de pesadillas horrendas, y que al
despertar hablaba de cuerpos mordisqueados por los peces.
Felipe Decaulión
EL NAZARENO
Es “El Nazareno”, un nazareno nato, la materialización de un
cofrade de los pies a la cabeza, pertrechado con el conveniente hábito
reglamentario de túnica, capa y capirote, como Dios manda, y la hermandad acata.
Echando la vista atrás por encima de sus fervorosos hombros,
rebobinamos al pasado para hallar respuestas a su devoto presente. Nos
detenemos en una tarde dominical de hace veintinueve años, para agasajar al
vencedor de entre los cientos de millones de espermatozoides participantes, que
han salido propulsados hacia una meta del interior de un cuerpo tendido sobre
una mesa repleta de tirabuzones de mondaduras de patatas, de la cocina de un
piso humilde, únicamente alterada esa tarde por un padre con los pantalones por
los tobillos, moviendo rítmicamente la pelvis sobre una madre con la falda
levantada, exclamando sin cesar como un salmo entre jadeos entrecortados, ¡Ayy
Diosss! ¡Ayy Diosss!. Pulsamos la tecla de avance, para pausar en una noche de
pocos años después, en la que a través de un roto de la sábana, bajo cuyo
amparo un niño bulto obtiene protección, observamos a unos ojos haciendo
barridos de la entrada de la habitación, atemorizados ante la posibilidad de
que se cuele el monstruo que profiere los gritos y los golpes que se escuchan al
otro lado de la puerta.
La configuración, finaliza el día de su primera procesión;
durante los preliminares previos a la marcha, en los que un cuerpo percibe que se
va desvaneciendo a medida que los hábitos le van cubriendo; durante el desfile,
en el que unas pupilas rotatorias registran la información abarcada en un
ángulo de visión; en el que unos oidos convertidos en receptores, sintonizan
los quejumbrosos cánticos y llantos que viajan en ondas por el aire; en el que
unos labios, son humedecidos por las gotas de sudor que se descuelgan de una
frente.
Josean
ESA LUZ
Decidí buscarle cuándo necesitaba imperativamente a un guía.
Le conocí cómo un bebé y le atendí con cariño y esmero porque sabía que sólo él
podría responsabilizarse de mí en muchos momentos. Al crecer me guío cuándo yo
estaba ciego no oftalmológicamente. Por las mañanas sobretodo sus lametones
hacían que caminara a tientas en mi ceguera hasta la persiana. Al abrirla,
gracias a su ayuda, entraba la luz que aclaraba mi mente refrescando mi
increíble inteligencia la cual aún no sabía si perdía o conservaba algunas noches cuándo decidía priorizar mi
raciocinio no sentimental. Encajábamos en nuestra convivencia: leales, nobles,
prácticos, seguros y por último bondadosos aunque inevitablemente salvajes en
nuestro aullido.
Era tan importante para mí que fui incapaz durante tiempo de
decidir su nombre. Ninguno se me asemejaba meritorio para llamar a mi fiel
protector. Al fin, un domingo en medio de un improvisado partido de fútbol en
el campo, mi sobrino pequeño le gritó “Krish tráenos la pelota”. Adopté el
nombre instantáneamente, pero quería saber su origen.
¡!!Pero tiito es obvio!!!! Krish es la adaptación del nombre
de Cristo que le pega más a un perro.
Andrés, me sabe mal pero ahora aún lo entiendo menos.
¡!Ay!!! Qué tonto
estás hoy. Aún no te has enterado que esta raza de perro tuya es la que guía a
los ciegos. Pues, ¡!! Entérate ya!!!! Les dicen perros nazarenos , pero quería
ser original y en vez de Nazar lo he disimulado y he decidido Krish.
Jamás me alegré tanto de que mi sobrino fuera a un colegio
cristiano aunque no le enseñaran
literatura española y el Lazarillo de Tormes. Jamás advertí a Andrés de su
confusión.
Al fin y al cabo, Krish sólo era mi guía espiritual por las mañanas en mi casa porque por las noches, cuándo
yo caminaba por mi ciudad que, no era Tormes, no estaba ciego cómo Lazarillo
pues controlaba muy bien las cervezas en mi cuerpo hasta que llegaba la mañana
y Krish me hacía abrir la ventana para que el viento arrancara de mi habitación
sólo alguno de sus efectos que yo elegía no querer recordar.
Susana
NAZARENOS
Los
nazarenos avanzaban a lo largo de la calle en dos filas, delante de Nuestra
Señora Santísima de la Paz, que era llevada a hombros con gran esfuerzo de los
costaleros. Los encapuchados, vestidos de negro de pies a cabeza, llevaban un
cirio en la mano y la muchedumbre los seguía atentamente con la mirada. La vía
estaba atestada.
El tirador,
apostado en la azotea de una finca vieja, agazapado y esperando el momento
oportuno, maldecía una y otra vez, las órdenes que tenía encomendadas.
- Es el
quinto de la fila derecha, empezando por delante. No puedo fallar, pero hubiera
sido más fácil liquidarlo en otro lugar. Aunqué claro, es verdad que no deja de
estar protegido por sus sicarios ni un solo momento, de día o de noche.
La comitiva
avanzaba lentamente. El tiempo se escurría y la luz exterior se debilitaba. El
resplandor de las velas hacía perder el sentido de la realidad.
La procesión
se desarrollaba en el más absoluto silencio. Era estremecedor. El tirador se movía
lo justo para tener en el punto de mira de su arma, la cabeza cubierta por la
capucha, del narcotraficante Juan Cortés, jefe del cartel. Era un devoto de
Nuestra Señora de la Paz, y ningun año se perdía su salida.
Cuando los
nazarenos casi llegaban al final de la calle, el tirador apretó el gatillo y
disparó. Pero la bala no dio en el blanco. Unos brazos fornidos lo habían
empujado hacia un lado y el nazareno había caido al suelo, protegido por sus
secuaces que lo sacaron de la zona casi en volandas.
La procesión
se había paralizado y se oían gritos de pánico. La gente corría sin saber que
pasaba y el caos reinaba en la calle. El tirador, perplejo, pues nunca había
fallado un encargo, no sabía como Juan Cortés había sobrevivido a la muerte.
Abandonó el
lugar tan rápido como se lo permitieron sus piernas. Dias más tarde, no
obstante, se dirigió a la capilla donde estaba
expuesta
Nuestra Señora Santísima de la Paz, y le encendió una vela, por si acaso era
verdad que podía hacer milagros, pues pensó que de ahora en adelante, quizàs
necesitaría alguno.
Laia
SIGUIENDO LOS VIEJOS PASOS DEL NAZARENO
1.Condenado a muerte: Esta claro que esto cambiar las cosas no está nada bien visto, ayer me aplaudían por atreverme a hablar de los problemas de la gente y hoy me acusan de ser una interesada y antisocial. Hay que joderse.
2.Carga la cruz: Si señor, des de luego que el banco entiende su situación, tampoco nosotros queremos sacarle de su casa. Podemos alargar su hipoteca diez años más, y abrir un periodo de querencia de 6 meses, contando los intereses de demora al 20% y confiando que la crisis se solucione pronto y que ustedes encuentren trabajo. Firme aquí por favor.
3.Cae por primera vez: Ya sabes que yo nunca te he pedido nada, y no lo haría sino fuera por los niños. Me han avisado de la escuela que sino pago la próxima cuota mis hijos tienen que dejar el curso. Y ellos aun no saben que me echaron, no quiero que se enteren, al menos hasta el verano, después ya veremos que hacemos.
4.Encuentro con su madre María: Mama, vas a tener que vivir con nosotros, sin la ayuda ya no alcanza para la residencia, y mientras yo esté en el paro tendré tiempo para cuidarte.
5.Simón el Cirineo le ayuda a llevar la cruz: Ve mañana antes de que publiquen el anuncio, y sobre todo dile al capataz que vas de mi parte, seguro que valora tu experiencia, igual te coge de encargado.
6.Verónica limpia su rostro: No te preocupes, te quiero por cómo eres y sé que entre los dos vamos a pasar este bache.
7.Cae por segunda vez: Pasa, pasa, la primera vez es dura para todos. No lo veas como caridad sino como solidaridad. Hoy hemos recogido de varios supers, esta noche podréis comer bien.
8.Consuela a las mujeres de Jerusalén: No te preocupes por mí, voy a estar bien, con lo que me queda ahorrado aquí a penas me da para aguantar hasta el verano y en cambio en mi país igual puedo empezar algún pequeño negocio. Preocúpate por ti que te tienes que quedar y esto no va a ir a mejor.
9.Cae por tercera vez: No mires. Que no mires, joder. Te lo juro que el del cajero era Luis. Sabía que con lo del trabajo y lo del divorcio se quedo muy jodido, pero nunca imagine que acabaría así en la calle. Vaya mierda de crisis.
10.Es despojado de sus vestiduras: Como autónomo responde con todas sus propiedades, con todo lo que tenga, así que si tiene algo que quiera guardar o vender sáqueselo de encima ya. Después del local irán a hacer el inventario de su casa.
11.Es clavado en la cruz: Dejo de pagar una cuota y ya me amenazan con quitarme el piso, les digo que se lo queden y me sueltan qua aún así voy a tener que seguir pagando toda la hipoteca. Me voy a ver si consigo un abogado de oficio, y me entero que de que no tengo derecho porque tengo una propiedad. La justicia nos ha abandonado.
12.Muere en la cruz: Denuncie a quién quiera y como le dé la gana señora. Si cree que yo podía hacer algo por operar antes a su madre es que lleva dos años sin leer el periódico. Y ahora por favor déjeme intentar salvar alguna otra vida antes de que decidan cerrar este hospital.
13.Desciende de la cruz en brazos de María: Gracias mama, tu quédate en la cama, que con el sofá nos apañamos. Confió en que será solo por unos meses. A Luis le han dicho que en junio abren en un local más pequeño y que seguro que le cogen a él.
14.Es sepultado: Es mi padre, y me da igual si tengo que venderme el móvil, el coche o pedir dinero a quien sea. Se merece que lo despidamos con todo el respeto.
Herman
NAZARENOS – Diario de mi primera vez
Lo recuerdo como si fuera ayer…de hecho es que fue ayer…
Después de doce años de espera
conseguí una plaza en la Santa Cofradía “Si Hablas Estás Muerto” y por fin iba
a escoltar el Paso Del Santo Silencio Perpetuo Shhhhhhhhhhh.
Nada más levantarme disfruté del
silencio de estar a solas en casa ya que mi mujer se había ido a Benidorm con
unas amigas y desconozco el paradero de mis hijos desde hace varias semanas.
Así que me mentalicé para la
larga y dura jornada y el nerviosismo se apodero de mí de tal manera que antes
de salir de casa ya llevaba dos litros y medio de café en ayunas.
Pero lo peor llegó cuando empecé
a vestirme para unirme al resto de los cófrades.
Estoy seguro que me hijo leyó mal
y se llevó la caja del CORDON de la túnica pensándose que eran preservativos.
Tampoco encontré el pañuelo de la
cabeza que se usa para contener el sudor y tuve que improvisar uno con unas braguitas de mi hija de color rojo
sangre.
¡ Como echo de menos a mi hija! .
Hasta hace tres semanas estaba enamorada pérdida de Hello Kitty y ahora está
perdidamente enamorada de un punky que le ha hecho seis perforaciones en la
cara (y no quiero ni pensar en lo que no está a la vista).
Y por si fuera poco no encontraba
por ninguna parte el soporte del cirio que tenía guardado en el fondo de un
cajón del armario, justo al lado del juguete vibratorio que hace años usaba con
mi mujer…¿y si se lo ha llevado ella confundida por la forma y tacto del
mismo?. Pero…¿para qué va a querer un consolador en Benidorm?
Así que a falta de treinta
minutos me puse el pijama de invierno, las bragas en la cabeza y me até la
túnica con el cordón de la plancha. Me ajusté el capirote y me integré a todo
el grupo con la esperanza de pasar desapercibido.
Para quien haya tenido el buen
gusto de ver la última película de Tarantino, “Django”, entenderá a que me
refiero si digo que el capirote me iba grande y que los dos agujeros por los
que tendría que ver, tenían una tendencia brutal a desplazarse hacia mi oreja
derecha y por eso me salí tres veces de la formación (acabando una de ellas
acabé en el lavabo de un Frankfurt).
La única norma de la cofradía es
el silencio total. Y la verdad es que aguanté estoicamente durante más de seis
horas sin decir ni pio…pero mi esfuerzo fue en vano y no llegué al final. Nuestro paso se conoce por
dos pasitos cortos y un saltito con los dos pies a la vez…cada vez que daba el
saltito la plancha golpeba mis genitales y tenía que hacer un verdadero esfuerzo por no lanzar
un berrido.
A falta de un centenar de metros,
cuando ya estaba a la vista el portalón de entrada a la iglesia y, supongo que
debido a los efectos del café y el dolor acumulado, mi mano derecha empezó a
temblar y encendí sin querer el consolador en el que había insertado el cirio y
que hacía las veces de soporte.
Justo en ese momento se me volvió
a desplazar el capirote hacia la derecha y en mi afán de colocármelo bien, no
me di cuenta del efecto vibratorio del aparatejo y le prendí fuego al capirote.
En diez segundos este desapareció
de mi cabeza, provocando dos efectos inmediatos: perder el anonimato entre los
cófrades y dejar a la vista las braguitas rojas de mi hija y el pijama del
Barça que llevaba debajo.
Esa fuente inesperada de calor
hizo que, sin ningún tipo de efectos especiales, yo pegara salto tal que acabé
espatarrado sobre la corona de espinas de
nuestro Cristo Redentor Sindecirnipio a más de tres metros de altura.
Medio segundo después de mi
aterrizaje, y sin duda alguna debido a los efectos de la fuerza de la gravedad,
la plancha, que había volado por encima de mi cabeza volvió a ocupar su sitio
entre mis piernas mientras mis conexiones neuronales del dolor hacían lo
imposible para que mi ya atrofiado cerebro, no recibiese más señales de alarma.
Una lágrima del tamaño de una
nuez se condensó en mi ojo izquierdo y, mientras por el rabillo del ojo
observaba como era el blanco de atención de todos los presentes y de los
diecisiete medios audiovisuales que cubrían el evento, no pude menos que
proferir una exclamación que rompió todo el encanto del momento y dio al traste
con más de doscientos años de tradición.
Surgió de dentro. De muy adentro.
De lo más profundo de mi ser. Llevaba gestándose desde hacía más de seis
horas…Cada saltito…y, al igual que es imposible tapar la salida de un volcán,
me fue absolutamente imposible contener aquel chillido que hizo que temblaran
los cristales de dos manzanas y que el fruto de los manzanos de la calle
provocasen multitud de hematomas entre el público.
.- CORDON, HIJO MIO!!! PONÍA
CORDOOOOOOOOOOOOOOOOON!!!!!
Mañana estoy citado en la
cofradía. La cosa creo que no pinta nada bien. Aunque igual es para una
entrevista con Almodovar…
Javier