ODA AL ÁMBAR
Ámbar déjame que te agradezca:
Entre el rojo y el verde, avisas, adviertes...anticipas
y con tus intermitencias, premonizas giros, zanjas, socavones, vallas...
Amigo de sirenas vences el pulso al tiempo, cada vez que éste juega en nuestra contra.
Oh! tú, ámbar.....precavido entre los precavidos! que brillas entre la niebla iluminando caminos sin eclipsar estrellas, reluciendo entre los ocres.
Oh! tú, ámbar, gema orgánica, milenaria resina; deja que tu belleza luzca también en mi efímero cuello
Ámbar...déjame que te agradezca !
Marta Albricias
AL HÉROE DESCONOCIDO
El ingeniero británico J.P. Knight propuso instalar un
semáforo, a imitación de las señales ferroviarias, para regular el tráfico en
las calles. Así, el 9 de diciembre de 1.868 se instaló en el exterior del
parlamento de Westminster el primer semáforo de la historia.
El invento de J.P. Knight, al no
ser automático,requería que alguien lo manipulara. Pusieron a un policía para
tal menester y desgraciadamente una filtración de gas de uno de los focos
provoco una explosión que hirió de gravedad o causó la muerte del policía. Este
suceso hizo que se abandonara por bastante tiempo el proyecto de J.P. Knight.Tales son los hechos que
registra la historia.
Sabemos quién fue el ingeniero que tuvo la idea, pero no
sabemos nada del pobre policía. No conocemos su nombre ni si tenía familia ni
si era joven o viejo. Es más, ni siquiera sabemos si murió o quedó mal herido.
¿Cuántos héroes involuntarios
del progreso hay como el policía que accionaba el primer semáforo de la
historia?
Felipe Deucalión
SEMAFORO EN AMBAR
En aquel momento, su vida era como un semáforo en ámbar, pasaba o se quedaba, subía o bajaba. Se lo jugaba todo a una carta, o renunciaba a su sueño.
Sólo unos segundos, el tiempo reglamentario de la luz amarilla, para decantarse a un lado o a otro. Su decisión podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Era un momento crucial. Sus compañeros de viaje tenían que escoger también por si mismos. El semáforo ámbar era para todos pero la elección era individual. Cada uno tenía que decidir su propia suerte.
La mañana había sido radiante, pero repentinamente el cielo empezó a taparse. Fue tan rápido que pronto no quedó ni un pedazo azul, y empezaron a caer los primeros copos de nieve levantándose un viento huracanado. Estaban sólo a doscientos metros de la cima, y esta era su oportunidad de llegar a ella, quizá la última de la temporada. Si bajaban al campamento base, puede que ya no se volvieran a presentaran las condiciones de aquel día, y si seguían adelante podían morir por la tormenta o quedarse sin fuerzas para el descenso desde la cima.
El decidió pasar el semáforo y se encaminó hacia la cumbre. Sus compañeros abandonaron el intento.
Ahora que escribo estas líneas sé que lo logró. Fue uno de los pocos alpinistas que coronó el pico aquel año, y volvió para contarlo.
Laia
Laia
INDECISION
Iba con el tiempo muy justo para tomar el
avión que la llevaría a su país de origen, adonde regresaba tras duros años de
trabajo, convertida ya en persona adulta.
Donde todos se alegrarían de verla y la admirarían. Donde se sentiría
importante después de tanto tiempo viviendo en el anonimato de un gran ciudad
extranjera.
Al ir a cruzar a
la otra acera el semáforo pasaba del verde al ámbar. ¡Qué dilema! Cruzar con decisión o esperar
con cautela. ¿Y si esto fuera una señal
‘–pensó-, una señal de que quizás no deba tomar ese avión. En la tierra de su infancia y adolescencia
quizás ya nadie la reconocería, nadie recordaría su nombre. Y cuando se identificara, quizás a nadie le importara
demasiado su suerte.
Y el ámbar dio
paso al rojo. Debo ir de todos modos
–pensó-. Quiero volver a casa.
La luz del
semáforo volvió a pasar del rojo al ámbar. Sus piernas temblaban y decidió
esperar a cruzar totalmente fuera de peligro.
El ámbar intermitente no volvió a cambiar al verde,… y perdió el avión.
Maria Jesús (MaríaJes)
Estaba con Artal en el despacho cuando oímos un gran golpe.
Nos asomamos por la ventana y en el cruce estaban dos coches que habían chocado
uno contra el otro.
Bajé corriendo a la calle mientras Artal llamaba a la
policía.
Me acerqué al lugar de los hechos y ví que un coche de color
gris que bajaba por Muntaner había chocado contra el morro de otro coche blanco
que venía por Mallorca en el cruce. La pareja que iba en el coche blanco,
seguían dentro, aturdidos, los airbags habían saltado. Me acerqué al otro coche
que estaba con las puertas abiertas, ni rastro del conductor, pero en el
asiento de atrás había un hombre bien trajeado que no se movía. Me acerqué para
observarlo, y para mi asombro tenía un disparo en la sien.
En ese momento llegó mi amigo el inspector……. Y acordonó la
zona, preguntándome si había tocado algo. –Naturalmente que no!- le contesté. Y
me marché junto a Artal.
Artal, le dije, este es un caso para la policía, porque todo
parece indicar que “la cosa nostra” llevaba un fiambre y tuvo la mala suerte de
saltarse un semáforo en ámbar, y el coche blanco le
embistió, por lo que tuvieron que salir corriendo dejando el coche abandonado
con el fiambre dentro.
->Pero, pero Laertes, todo eso en solo 2 minutos que has
estado ahí?-
- Artal, deduzco que ha sido la mafia porque a los del coche
blanco no les ha pasado nada, y sim embargo no se han movido del coche. Cuando
los ví, tenían una cara de pánico, por lo que debieron ver salir corriendo al
conductor y los que le acompañaban, que seguramente salieron con pistola en
mano. De ahí sus caras de terror.
Y el disparo era un disparo limpio en la sien, obra de
especialistas.
Pues le deseo suerte al inspector………. Le respondió Artal,
porque ya sabemos que ese cadáver pronto se va a perder en el depósito, y nadie
va a saber nunca que fue lo que pasó.
Correcto mi querido Artal, venga vámonos a seguir con el
caso que teníamos entre manos, que cada vez hacienda nos lo pone más
difícil……..
Lola Ruíz