miércoles, 30 de enero de 2013

REINVENTARSE



RECETARIO
“Un pedazo generoso de lo vivido, un buen manojo de aprendizajes,  unas gotas abundantes de pasado y otras tantas de futuro; todo, bien mezclado con buenas dosis  de disfrute del presente y previamente sazonado de valor y confianza”.

Lo vertió en un bol y lo mezcló con optimismo hasta conseguir una masa dúctil con sus matices de color y textura.  Decidió qué molde se ajustaría mejor a la forma que quería darle a su  futuro y lo cocinó hasta que el aroma de la satisfacción inundaba  toda la casa; mientras, el fuego lo iba dorando como a un Ave Fénix. Se reinventó.

Marta Albricias

REINVENTANDO EL SONETO
¡Oh Señora!  ¿qué voluble corazón deja
que amargo llanto llene los ojos de un hombre?
¡Oh Señora!  qué infame alma urde, que ande
la mía en ristre, cual espada, en pos de vos.

Solo por un beso de vuestra dulce boca,
tomad, mi espada os lo ruego y acabad de una vez,
para no descarriar más mi alma en esos ojos
vuestros embriagadores color avellana.

Señora de encarnados y letales labios,
a los que me hallo encomendado, para que
con ellos me otorguéis el dulce martirio.

Inmoladme, al fuego eterno, de vuestra
ardiente pira, tomadme como trofeo,
concediéndome al fin la gloria perpetua.

Pero si aún así, os negáis a concederme
el mínimo deseo, juro reinventáreme.

Convertiréme en cordero, y no cejaré
en mi empeño hasta acabar en vuestro regazo,
retozando a la pálida luz de la luna.

Jordana-Lola

DEBAJO DE LA CAMA
De pequeño Paulino creía que debajo de su cama dormía un monstruo al que cada noche trataba de aplacar con suplicas y plegarias.
Ahora había llegado a aquella etapa de la vida en que se es demasiado joven para ser viejo y demasiado viejo para ser joven. Su vida estaba destrozada, o como decía él, que trataba de positivizarlo todo, “necesito reinventarme”. Y pese a todas sus reinvenciones, que su ex fuera a casarse fue la gota que hizo rebosar el vaso de su autocontrol.
Es curioso como la felicidad de una persona puede comportar el sufrimiento de otra. Pero así fue, Paulino soportó la reducción de personal que le aplicaron, perder el piso y ver poco a sus hijos, e incluso trató de buscarle el lado positivo. Al fin y al cabo, con las chapuzas se iba defendiendo, vivía en casa de sus padres y sus hijos le llamaban al móvil para ver si caían unos eurillos.
Pero que su ex se fuera a casar lo desmontó, que a ella le fuera bien no hacía sino resaltar sus miserias hasta lo intolerable. Algo se rompió en el interior de Paulino, su proceso de reinvención saltó por los aires hecho añicos. Y aquella noche volvió a percibir como el monstruo se deslizaba bajo su cama, y se esforzó por recordar las suplicas y plegarias infantiles que son las únicas apropiadas para aplacarlo.

Felipe Deucalión

CADA MAÑANA

Pipipi pipipi
Suena el despertador, monótono, repetitivo, aburrido como todo mi vida. Abro los ojos para ver el mismo techo agrietado sobre mi cabeza, y el mismo rostro agrietado a mi lado. Un día más agobiada por el trabajo y por el miedo a perder el trabajo, un día más para ver las mismas caras desangeladas. Un día más para esperar que de noche pueda aun soñar.

Pipipi pipipi
Suena el despertador. Me llega como un ruido lejano que apenas me alcanza en las profundidades de mi cama. Como un lepidóptero empiezo a desenlazar mi cuerpo de las sabanas dispuesta a volar por este nuevo mundo que se abre ante mi.

Pipipi pipipi
Suena el despertador, hiriente, estridente. Salto de la cama para apagarlo de un manotazo. Me hago una coleta para no lavarme el pelo y me visto en un momento. Miro el reloj, es tarde. Pero nadie me va a quitar el café. Que esperen esos inútiles.

Pipipi pipipi
Suena el despertador. Lo apago rápido para que no le moleste. Le miro y le doy un beso suave. El abre apenas un ojo, sonríe y se vuelve a dormir. Hoy será un buen día.

Pipipi pipipi
Suena el despertador. Por mi que suene todo lo que quiera, hoy no me voy a levantar.

Pipipi pipipi
Suena el despertador. Como todas las mañanas apenas me toma un instante decidir quién voy a ser hoy.

Herman

BAJANDO LA ESCALERA 
Ahora se sentía  segura de si misma, no en balde había hecho un largo camino para descubrir su autentica naturaleza, reafirmarse y desarrollar su personalidad. Conocía sus recursos, era una mujer nueva y  finalmente demostraría a  todos su  evolución; Al fin podría deslumbrar con una interesante  y osada imagen que hasta ahora nadie conocía.

Se vistió con lentitud, saboreando cada uno de los pasos y siguiendo rigurosamente el protocolo, no dejo al azar los complementos, ni el perfume; todo estaba previsto desde hacia tiempo. Finalmente se miro al espejo y sonrío, por fin  lucia como había  soñado, solo quedaba que los demás la contemplaran, se asombraran y la admirasen.

El taxi reservado con antelación le comunicaba que se encontraba en la calle, cerro la puerta, tomo el ascensor sin dejar de mirarse al espejo, subió al coche que la llevo a la dirección indicada; el corazón le latía con fuerza pero se sentía feliz y segura.

El salón casi lleno  lucia esplendido al final de la escalinata, de repente todos se giraron mirando hacia ella, en sus caras podía ver el asombro y la admiración, algunos de ellos se adelantaron y empezaron a subir por la escalera en la que ella  ya empezaba a bajar.

Cerró por un momento los ojos esperando recibir los saludos acompañados con  exclamaciones de asombro

 Un corto espacio de tiempo saboreando los murmullos de admiración y al fin abrió los ojos y miro a su alrededor; tardo unos segundos  en darse cuenta que todos estaba  ocupados en hacer los honores a una muchacha que en este momento entraba en el salón con un vestido exacto al de ella y una imagen casi idéntica a la que ella había proyectado para la ocasión, y como  otras tantas veces fue en busca del  rincón menos iluminado para poder contemplar con discreción, el absurdo transcurrir de la vida. 

Rosa

REINVENTAR-SE                
Boby es un caniche estandar. Te els ulls ovalats i foscos, i el seu pel molt arrissat es de color blanc. La veritat es que fa molt goig i es fa mirar. La Lluïsa la seva mestressa, te molta cura d’ell, i li fa lluïr un pentinat molt “chic”.
Boby sempre ha estat un gos molt mimat que ha viscut amb la Lluïsa des de cadell, i ella l’ha omplert de capricis i atencions. Es allò que se’n diu un gos “faldiller”.
Un dia en Boby va sentir que la Lluïsa parlava amb el seu fill i li deia que estava molt gran, que aviat no es podria valdre sola i hauria d’anar a una residència. Però el que va espantar de debò al Boby, que ja estava disposat a canviar de casa, va ser que a la residència no admetien gossos, i el fill de la Lluïsa no els tenia gaire simpatia a aquests animals.
En Boby va decidir que havia de fer alguna cosa. Va pensar que a partir d’aquell moment es convertiria en un gos guardià, i estaria vigilant la casa nit i dia perquè la seva mestressa ho veiés i ho digués al seu fill, que vivia en una casa amb jardí a les afores amb els nens.
També es tornaria un animal molt útil que portaria el diari i la corretja a la boca, i jugaria amb les criatures (fins al moment sempre que en veia alguna, s’amagava entre les faldilles de la mestressa).
Els dies van passar i la Lluïsa va notar els grans canvis que feia el Boby. Es va tornar valent i actiu. Si venia l’home del butà era el primer en donar l’alerta. Si venia el lampista o l’assistenta social, sempre era el primer. Només li faltava obrir la porta.
Finalment el moment va arribar i la Lluïsa va anar a viure a la residència. La nit abans però, va parlar per telèfon amb el seu fill i li va cantar lloances del Boby com a bon guardià i com un animal molt juganer amb els nens del veïnat.
El fill de la Lluïsa se’l va quedar. Ara li direm Lleó, va comunicar-li. Es un nom més escaient per a un gos tant valent.
Així va ser com al Lleó el portaven els diumenges a la residència a visitar la Lluïsa, i aquesta li feia l’ullet i li somreia còmplice i feliç.

Laia

AHORA NO
-Doctor, ¡Tiene que hacerlo!. ¡Tiene que conseguirlo!
-Lo siento de verdad, pero creo que en esta ocasión no puedo ayudarte.
-Vamos doctor! Por favor! ¿Hace falta que le recuerde las veces que me ha salvado la vida?
-Si lo sé, pero esto es diferente. Llevo más de una hora escuchándote y, de verdad, no creo que pueda serte de ayuda.
-Pero, pero…¿cómo puede decirme eso doctor?. Usted hizo que dejara el tabaco a los 20 años y dos años más tarde me ayudo a dejar el mundo de las drogas duras.
-Lo sé, lo sé, pero…
-Usted me sacó del precipicio del alcoholismo y gracias a sus terapias conseguí perder 18 kilos en un mes. Cada vez que he venido, he salido…nuevo! Diferente! Entraba un YO en su consulta y salía OTRO!
-Te aseguro que si pudiera hacer algo lo haría…
-Es usted un portento doctor. Con cuarenta años consiguió que yo saliera del armario y aceptase mi homosexualidad con naturalidad. Y solo con una charla de una hora!!!
-Cierto, ese fue un gran logro, pero…
-Y lo que es mejor! Un mes más tarde si dio cuenta de que el diagnóstico estaba equivocado y volvió a dejar el asunto dentro del armario y yo volví a ser hetero!. Por favor!! No me puede abandonar ahora!
-Lo siento pero creo que no soy la persona más adecuada en estos momentos…
-Pero…¿por qué no? Se trata de una simple terapia de reconducción. Necesito empezar de cero. Ahora, es algo mucho más fácil. Solo necesito romper con los esquemas y la rutina que cercena mi vitalidad. Si usted fue capaz de que asumiera que mi mujer me fuera infiel con todo el cuerpo de bomberos, y consiguió que superara mi problema de eyaculación precoz!. Y solo charlando!. Sin medicinas. Sin tratamientos!!.Exactamente igual que cuando me quito el sida. Y como olvidar aquella sesión a la que entré completamente calvo y salí luciendo un pelo suave, sedoso y sin caspa!!. Ahora solo necesito un empujoncito, y una de sus célebres frases que obren el milagro una vez más . Por favor doctor, le juro que es la última vez…
-De verdad que te entiendo. Te conozco desde hace más de veinte años y contigo he desarrollada terapias inimaginables.  Recuerdo aquella sesión en la que eliminamos el cáncer por el que los especialistas te daban dos semanas de vida.
-¿Ve a lo que me refiero?. ¡Lo que le estoy pidiendo ahora no es nada comparado con todas esas proezas sin parangón en el mundo de la psicología aplicada!!
-Mi querido amigo…la cuestión es que no te has dado cuenta al entrar y no te has parado a leer la placa de la puerta. Hace tiempo que lo vengo pensando y encuentro mi vida vacía, no le veo el sentido y tengo unas dudas existenciales enormes,  así que hace dos semanas que me reinventé…y ahora soy podólogo…

Biker


LA TRINI Y EL CARTUJO PUNK
Aunque el sobresalto fue doblemente mayúsculo, primero por la turbación del súbito sonido de la llave en la cerradura, que desencadenó la instantánea desconexión de la voz de macho que escuchaba por su móvil, y segundo, por el impacto visual de la pinta del marido, al que confundió con un intruso, su agilidad mental le informó que podría resultarle útil como coartada, en caso de tener que justificar el evidente rubor de su rostro.
-Pero Pepe, ¿que te has hecho?
-Me he reinventao.
-¿Que te has reeeeee queeee? Pero, ¿tú te has mirao al espejo?
-Que sí mujer, que hay que reinventarse. No importa la edad que uno tenga, porque nunca es tarde para cambiar.
- A tí lo que te hace falta es un cerebro nuevo.
José Luis Aznar, prejubilado de 63 años, rotó sobre su pie derecho para encararse al espejo del recibidor de la entrada. La capucha de la sudadera que se había comprado, sobresaliendo a ambos lados del cuello sobre los hombros, junto al tatuaje tribal de la sien, y el piercing de anilla de toro, con dos bolitas colgando de las fosas nasales, le daba un aire de monje cartujo punk, que el hombre observó satisfecho girando con coquetería el torso.
-¿Qué hay de comer, mujer?
-Tienes  lentejas en la nevera.
-¿Otra vez lentejas?
-Sí, que pasa, ¿ya no te gustan las lentejas? Ya puestos, ¿porque no te reinventas del todo y te haces tú la comida?
-Venga Trini, no seas así. He pensado que tú también podrías hacerte algo. No sé, un peinado desenfadado, comprarte algo de ropa más actual, maquillarte un poco, y a la noche, nos vamos a bailar.
Atónita, con ojos de conejo deslumbrado en la noche e incapaz de emitir una sola palabra, no podía dar crédito a lo que escuchaba.
-¿Peluquería, ropa, baile? ¿Y el resto del mes? ¿A pan y cebolla?
Pepe soltó una carcajada, pero había anticipado la pregunta, y ya tenía preparada la respuesta. Teatralmente, metió con parsimonia la mano en el bolsillo, extrajo su cartera, abrió el billetero, y lanzando al sofá un fajo doblado de billetes de cien, exclamó, -ya te he dicho que me he reinventao-.
-¡Ostia Pepe! ¿En qué lío te has metío?, -aunque pensándoselo mejor añadió inmediatamente-, anda, explícame como lo has hecho para reinventarme yo también, -dijo la mujer con el fajo bien sujeto, como si fuese a echar a volar si lo soltaba-. 
 -¡Trini, no seas retorcida! Monté un negocio, y va viento en popa.
-¿Un negocio? ¿Tú? ¿Un negocio de qué?
-Bueno, tu hermano y yo abrimos hace unos meses una línea erótica para mujeres, las 24 horas. Yo atiendo por la mañana, él por la tarde, y para el turno de noche, contratamos al Floren, mi compañero de dominó en las partidas del casal. Hoy, como quería pasarme por unas tiendas surferas, le pedí a tu hermano que me cambiase el turno, y que fuese por la mañana.
-Lívida, cayó en la cuenta con suma rapidez, de que la lasciva voz que la acariciaba hacía pocos minutos, le resultaba extrañamente familiar.

Josean

miércoles, 9 de enero de 2013

PROHIBIDO ESCRIBIR



EL DECRETO


El decreto rezaba: Prohibido escribir. Y lo acaté



Felipe Deucalión

PROHIBICIÓN MORTAL 

Un Lamento
No sé  por dónde empezar.  Verte aquí postrado y minado de tubos, perforado por agujas y sostenido por el ritmo de pequeñas luces que marcan el ritmo de tu cerebro y de tu corazón, es un espectáculo desolador para todos los que tanto te queremos.
De vez en cuando me da la sensación de que tus párpados se mueven, que de un momento a otro volverás a abrir los ojos y, extrañado, me preguntarás: - ¿Qué ha pasado?; pero son tan solo alucinaciones mías. Mientras tanto, no puedo dejar de preguntarme ¿Por qué?... ¿Por qué les hiciste caso?, ¿Por qué obedeciste?
Escribir era tu vida pero cuando esa ley injusta y sin sentido se impuso, decidiste no franquear las puertas de la clandestinidad. ¿Por qué dejaste de escribir?

Marta Albricia

PROHIBIDO ESCRIBIR

Su pluma le había acompañado todas las veladas, hasta que una noche tuvo que prohibirse a sí mismo continuar escribiendo.
Todo empezó cuando la “ t “ de la palabra tetera de la novela que relataba empezó a separarse del papel y junto con la “r” y las demás vocales se transformó en una humeante y pequeña tetera oriental.
La siguiente noche se atrevió a retomar aquella novela del dragón, no sin antes haberse provisto de un extintor que, obviamente, tuvo que utilizar para defenderse.
Al día siguiente retomó, entonces, su novela rosa romántica y pudo pasar una noche tranquila frente a la chimenea.
Sin embargo, finalmente a la cuarta noche decidió prohibirse escribir porque no quería  que el miedo controlara sus pensamientos y sus palabras ante la posibilidad de que cobraran vida.
A partir de esa noche, la pluma dejó de acompañarle y en su lugar le acompañó la eterna tristeza de asumir la inquietante realidad de los efectos devastadores que sus palabras podían tener a su alrededor.


Susana

PROHIBIDO ESCRIBIR

Mensajes escritos sobre papel, frases cortas, diálogo de miradas y sonrisas, de gestos y muecas, son algunos de los elementos que configuran un sistema de comunicación no verbal entre dos personas que a pesar de que hace mucho tiempo que se conocen, ahora son como dos extraños sentados frente a frente. Luis, alias Llanero Solitario, y Rosa, conocida en el mundo virtual como Sirenazul, son los protagonistas de esta historia que comenzó hace algo más de un año a través de un chat.
Todo comenzó una tarde de otoño cuando, llamémoslo por azar, nuestros personajes, escondidos bajo la forma de un “nick”, se encontraron en un mundo en el que la imaginación puede ser el ingrediente principal para ir tejiendo una historia mitad real y mitad ficción. Tardes en las que las horas pasaban volando, mensajes de texto acompañados por el sonido de las teclas del ordenador, que a su vez rompían los largos silencios que propiciaban un mayor acercamiento para ambos a pesar de la distancia. Así, día tras día, hasta que por fin llegó el momento en el que acordaron un encuentro físico para conocerse  y  poder hablar cara a cara.
Y ahí están, sentados al fondo de la cafetería, como dos extraños que no saben qué decirse, escribiéndose mensajes con un papel y un boli. Ambos acuerdan que a partir de ese momento queda  terminantemente prohibido escribir, y que en la próxima cita utilizarán como único medio de comunicación la palabra.

M. José
EL FORUNCULO
El forúnculo en el dorso de la mano no tenía buen aspecto, y aunque de camino a la consulta del dermatólogo, se evadió pensando que iba a salir de ella con una receta de tiritas y aspirinas, era tan absurdo como impensable imaginar que los peores chascarrillos sobre médicos se materializarían ese mismo día. El doctor Gil, cuyo birrete había chocado en el aire con el de Hipócrates, tras echarle un ojeada al grano, por encima de los anteojos anclados en la punta de la nariz, no titubeó al emitir su veredicto:
-Ha de dejar de fumar, de beber, de follar, y de escribir-, soltó el galeno con seguridad ancestral.  
Los pensamientos se atropellaron en su cabeza.
 -¿Fumar? bueno, será jodido pero se puede intentar; ¿beber? vale, una cerveza de vez en cuando y no hay problema;  ¿follar? ni siquiera hace falta que me lo prohiban; pero ... ¡escribir! ¿Qué tiene que ver el tocino con la velocidad?, y además, si tengo prohibido escribir, como voy a poder soltar toda la presión acumulada por no fumar, beber y follar, si no puedo vomitarla en una hoja en blanco. Es una crueldad intolerable.
Decidió saltarse la prohibición, y escribir cuentos sobre un grano que va menguando tras cada relato escrito sobre un grano que mengua. Escribió un relato tras otro, sin descanso día y noche, y cada vez que acababa uno, el bulto se iba reduciendo, hasta acabar convirtiéndose en un barrillo. El día de la cita para la revisión con el matasanos, ni siquiera saludó. Entró en el despacho, dejó sobre la mesa una hoja de papel con un cuento titulado,  “el doctor que no fumaba, ni bebía, ni follaba, ni escribía”, se dio la vuelta, y cerró la puerta.
Josean
PROHIBIDO ESCRIBIR

Nunca he dejado que las palabras prohibidas, echen raíces en mi interior, y tampoco lo hago sobre ninguna prohibición, por eso, sigo escribiendo porque para mi, es importante, porque las palabras que salen de mi, dicen como soy, y porque forman parte de mi identidad. Por eso cualquier variación del verbo PROHIBIR esta fuera de mi diccionario, no existe, la ignoro y la destierro automáticamente.
¿Que nos queda si nos prohíben escribir? …los pensamientos, ellos si son libres gracias a dios, y yo me aferro a ellos con fuerza, pues son como un apoyo en el día a día para mi supervivencia que puede plasme en el papel, o no.
Es bueno escribir, dicen que sana el alma y la mente, que es una gran terapia interna, cura bloqueos, traumas, alivia las rabias desatadas que nos desestabilizan, escribir, ¡¡que gran placer!!…
Muchas veces escribes para los demás, a través de un mensaje, y para que sepan lo que piensas, para expresar descontento, la soledad, la inconformidad, esa, es una manera de llegar a los demás, de comunicarte con el entorno, que sepan lo que crees, lo que piensas, quizás en ese momento, si nos prohíban escribir algún día.
Verbalizo y nombro todo aquello que es mi día a día, en palabras, plasmando letras en esas páginas vírgenes e impolutas que tanto me atraen. Prohibidas o admitidas, me da igual, porque son mías, yo las adquirí a lo largo de mi vida, enriqueciéndome con ellas, para trabajar con ellas a mi antojo.
A través de las letras, vivo la dimensión de mi experiencia emocional, de mis inquietudes, de mis logros y con ellas descarto las prohibiciones, porque las palabras me sanan, también me  evaden de la realidad que duele tanto, ¿como se puede prohibir escribir?
Así que nadie me susurre las palabras PROHIBIDO ESCRIBIR, porque no existe en mi mundo. En mi mundo siempre hay una hoja dispuesta a sentirse llena de palabras, incluso de dibujos, porque son el fruto de las expresiones de mi interior.

Rosa
 
PROHIBIDO ESCRIBIR

Llego a casa tras un tiempo afuera, me siento rendida sobre la cama, con la cabeza cabizbaja y la mirada perdida. Dejo las maletas ahí tiradas y no puedo ni abrirlas igual que si fueran cajas de Pandora, me aterra la idea de que salgan según qué recuerdos volando y se instalen sobre la cabecera de mi cama y vengan por las noches en sueños a atraparme.
Me desnudo lentamente y miro mi cuerpo en el espejo, lo observo detenidamente, me resulta tan, tan lejano. Tantas marcas que cada una de ellas cuenta una historia, algunas ya las he olvidado, otras no. Siento que mi cuerpo ha sido abandonado, que ya pertenece al pasado, aquél cuerpo que no estaba escrito.
Todo está escrito, números que han marcado mis brazos, números que consiguieron aislarme de quién yo era verdaderamente y  lograron convertirme en un objeto ya casi inanimado. En mi espalda hay mil versos escritos y si te fijas bien y retiras el pelo verás que llegan hasta el cuello, luego bajan por mis hombros hasta llegar a mis manos.
¿Quién os creéis que eráis para tomar mi cuerpo como propio y empezar a escribir marañas de palabras sobre él? Y lo peor de todo, mi cara, ¿sigue siendo mía? ¿O ya no es de nadie?, porque ese cartel de prohibido escribir más que me impuse ha cerrado mis ojos, ya no se ven, ya no se ve la mirada que lo iluminaba todo, ese cartel ha sellado mis labios y ya no pueden besar con amor, si es que alguna vez llegaron a hacerlo, ya no puedo decir palabras sinceras sin que maten, sin que hieran.
Pero qué más da, pienso algo positivo, mi cuerpo se convirtió en un libro, un libro, a veces, abierto y otras cerrado. Ahora no lo sé, no lo veo, pero me daré cuenta de que todas esas sucias palabras, esas vacías, esas soñadoras, esas húmedas y frías, pero también esas otras más bonitas y alentadoras han de servir para algo, porque después de todo alguien dijo que no hay libro tan malo que no sirva para nada.


©Maite Pina Rubio

PROHIBIDO ESCRIBIR 

NOTA DEL TRADUCTOR- Amado: dícese de una persona bienquerida o que causa afecto. En el texto siguiente, “AMADO”, entrecomillado, pretende totalmente el efecto contrario y hace referencia a alguien o algo repelente, que causa asco e indignación.
Dada la naturaleza del texto, y para que no quede constancia alguna, la presente NOTA se autodestruirá al finalizar de leer el texto.
31 de Diciembre del 2212
Cuando apenas quedan unas horas para que entre en vigor el último edicto de nuestro “Amado” Líder, me siento ante la hoja en blanco con el ánimo de dejar un testimonio impreso que me recuerde en los años venideros el antes y el después del día que está a punto de comenzar.
Y digo: “la hoja en blanco” en lugar de “una hoja en blanco” porque es la única que tengo.
Tras el éxito de la operación Fahrenheit 451 y después de que nuestro “Amado” Líder consiguiera que en pocos meses la práctica totalidad de los libros impresos hayan sido destruidos en las hogueras, la mayoría del Senado ha bendecido la nueva normativa que entra en vigor hoy a partir de  las 00.00 horas.
El resumen de ese nuevo edicto sería algo como: “…queda totalmente prohibido escribir…”
El “Amado” Líder, pretende así poner punto final a toda actividad literaria quedando la imagen y la palabra oral como único vehículo de transmisión de ideas y/o pensamientos.
En los últimos meses ha aumentado espectacularmente el número de suicidios entre los periodistas, literarios, abogados, procuradores, diseñadores publicitarios, profesores…puesto que la norma condena al agresor y a la mitad de su familia política (queda por determinar qué mitad se salva) al escarnio público y pérdida total de cuantos privilegios  posean y, dependiendo de la gravedad del escrito, se puede llegar incluso a perder el más preciado bien que puede tener una persona en nuestra moderna sociedad actual: la plaza de parking.
Alguien me comentó una vez que una vieja tradición marcaba que, coincidiendo con las campanadas que dan inicio al nuevo año, la gente comía doce uvas al ritmo de las mismas.
Dadas las circunstancias, y dado que las uvas dejaron de existir hace más de cien años, me parece oportuno hacer algo parecido, y dejar doce palabras para la posteridad:
¿COMO COÑO SE VAN A FORMALIZAR A PARTIR DE MAÑANA LAS HIPOTECAS?
P.D.: ¿No es una ironía que nuestro “Amado” Líder se apellide Gutenberg?.

BIKER

LA DISTANCIA MÁS CORTA NO ES LA RECTA

Tenía que corregir los exámenes de Mates de mi clase, así que tomé aire y empecé, bien, bien, regular, mal….  De pronto me entró un repelùs por la nuca, al leer el nombre del alumno del siguiente examen: Marcos Pérez.  En fin, a ver qué elucubraciones mentales ha preparado éste ahora.
La pregunta era simple: “explica porqué la línea recta es la distancia màs corta entre dos puntos”
Respuesta de Marcos:
La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos a veces. Por ejemplo si yo estoy en la calle Aribau con Gran vía, al que llamemos punto A y tengo que ir a la calle  Aragón Pº de gracia al que llamemos punto B, tengo que ir recto por gran via, hasta llegar a Pº de  gracia, pero luego ya no voy recto, y tengo que doblar a la izquierda, con lo que pierdo mucho tiempo. Además si me tengo que esperar a que seabran los semáforos para pasar, pues aún tardo más, por lo que la línea más corta sería ir zigzagueando desde Aribau, haciendo s una semicircunferencia, o eses, aprovechando cuando se abra un semáforo pasar por allí, por lo que en este caso la línea recta no sería la distancia más corta entre dos puntos.
Por otro lado, si yo quiero ir desde mi pupitre, llamemosel punto A hasta el pupitre de Sofía, llamémos  el  punto B, para decirle que está de toma pan y moja, pues la línea recta sí sería la distancia más corta, ya que  como me pone a cien la niña, me lavanto cojo carrerilla y me planto delante de ella y se lo suelto a bocajarro, para volver de nuevo corriendo del punto B al punto A o sea mipupitre. Pero como delante de Sofia está el joputa de Manel que me la tiene sorbida el seso y no deja que nadie se le acerque,  cuando yo voy del punto A al punto B, me encuentro con la zancadilla que me hace el jodio del Manel, y me pego un guarrazo que voy a parar ala otra punta de la clase, por lo que en este caso tampoco la línea recta es la distancia más corta entre Sofía y yo.
Al llegar a este punto, mi adrenalina se disparó y ya no pude más, pasé de leer  el resto del examen, y con un rotulador rojo de punta gorda, le puse encima de la hoja en letras bien grandes:
PROHIBIDO ESCRIBIR MÁS CHORRADAS COMO ESTA EN MIS EXÁMENES.

Lola-Jordana 

PROHIBIDO ESCRIBIR

(Al escribir el cuento pensé en las sensaciones que me podrían transmitir tres músicas distintas. Sonarían a la vez que el cuento, para que cada uno sintiera placer, pena, alegría o lo que le sugirieran.)

Marta se acercó al hombre, sonriendo, contenta de verle. Marta es una adolescente de pelo largo y castaño, y ojos grandes y azules. Es su nieta. El abuelo la abrazó con fuerza y la hizo sentar delante suyo.
- Esta vez no te voy a contar ningún cuento que esté escrito. Tendrás que poner bastante de tu parte para que resulte.
Marta abrió sus enormes ojos y miró al anciano muy interesada. Este prosiguió:
- Apóyate bien en la silla i piensa en un campo de espigas amarillas muy altas que se mueven al unísono, empujadas por el viento, a ritmo de vals.
(Suena el Danubio Azul)
Ellas se balancean de un lado al otro, siguiendo la música. El sol está detrás y brilla en lo más alto del cielo. Su calor te envuelve. Todo se mueve acompasadamente y el día muestra su esplendor.
El vals está ya en los últimos compases y es muy emocionante. La alegría flota en el aire. Ahora ha finalizado.
(Suena la marcha fúnebre de Chopin)
De pronto unas nubes negras tapan el sol y la sombra cubre la tierra.
Ya no se ve el campo de espigas, si no un bosque de árboles sin hojas, inmóvil, con las ramas retorcidas. Está todo muy seco y la tierra agrietada. La tristeza se apodera de ti. Las nubes chocan entre si y los rayos son la única luz que ven tus ojos. Ya cae una lluvia fina que no ablanda la tierra maltratada. La soledad es absoluta y parece que la vida se agota. Estas en un bosque yermo.
Pero…  Ahora empiezan a oírse los acordes de un rock and roll.
(Suena un rock and roll de Elvis Presley)
El paisaje cambia y estas ante una cascada alta i estrecha. Va a dar a un río alegre y rápido, todo se mueve.
Las flores de colores llamativos salpican la hierba, y multitud de pájaros e insectos vuelan despreocupados entre las plantas. La luz inunda el valle y el cielo es de un azul intenso, sin una nube. La música es muy rápida y tus pies no pueden estarse quietos. La felicidad te desborda.
Al acabar la canción finaliza mi cuento. Todo está en tu mente. A veces las palabras no son las únicas compañeras. La historia de hoy la has hecho tu.
El abuelo dio un beso a Marta y se levantó. Nos vemos el sábado que viene, se despidió. Te quiero. Adiós Marta.

Laia

MARAVILLAS DE LA ERA DIGITAL

Al principio no se le dio mayor importancia, cada vez había más gente en el metro que tecleaba en su móvil o grupos de jóvenes sentados en una terraza, o en una plaza, que hacían lo mismo y apenas hablaban entre sí. Incluso cuando se supo que algunos de estos jóvenes, aunque estaban sentados en el mismo corro, preferían intercambiar whatsapps que hablar directamente, la novedad fue considerada como un capricho o moda pasajera, y no mereció más que algunos análisis sociológicos y un informe semanal en las cadenas de televisión. En uno de estos documentales se sugería la posibilidad que la comunicación cara a cara podría llegar a ser considerada, con el tiempo, como una conducta agresiva propia de tiempos bárbaros.
La primera voz de alarma la dieron las asociaciones de madres y padres de las escuelas de primaria. Comenzaba a ser moneda común que críos y crías de once años, o menos, no respondieran a la pregunta: cómo te ha ido el cole; y poco después sus progenitores recibieran un mensaje que decía: Si quieres saberlo mira mi facebook, o el de Yasmina. Una versión alternativa la tienes en el facebook de la seño, aunque no es de fiar, está de los nervios. El texto venía rematado con un emoticono que miraba de soslayo, tenía una ceja arqueada y una mueca de desprecio en la boca.
Esto no puede ser, afirmaron tajantes sesudos psicopedagogos, que hasta el presente habían alabado las virtualidades ilimitadas y revolucionarias de las nuevas tecnologías. Nuestras autoridades se mostraron receptivas a las demandas de las asociaciones paternas, se hicieron campañas en pro de la comunicación oral –“Hablar mola”, decía uno de sus eslóganes-, y también unos dibujos animados de dudoso éxito.
Al calor de estas campañas se difundió el lema, prohibido escribir, que grupos radicales reclamaron con insistencia. Pero, cómo se va a escribir una ley que prohíba escribir, les respondieron nuestras autoridades, no ven que el que la escribiera estaría infringiéndola a la vez.
Otros grupos, menos radicales, propusieron que se regulara su uso, como se había hecho con el tabaco. Lo que tampoco les libró de la acusación de querer restringir la libertad de expresión.
Entre la intelectualidad también surgieron defensores de la afasia juvenil. Antes decían que a los jóvenes no les gustaba leer y ahora quieren prohibirles escribir, señalaban estos intelectuales para evidenciar las contradicciones de sus adversarios. Otro argumento, al que recurrían con frecuencia, sostenía que de la misma forma que a nadie se le ocurre hacer un viaje si no puede twittearlo, y no por ello se habla de dependencia tecnológica, tampoco hay porqué acusar de servidumbre tecnológica a nuestros jóvenes. En medios académicos se llegó a especular con la posibilidad de que la escritura fuera previa al habla, o como mínimo, que ambos métodos de comunicación se hubieran desarrollado en paralelo a partir de ciertas señales prelingüísticas, como muecas y otras.
Por su parte las compañías de telefonía facilitaron a sus clientes terminales de nueva generación que incorporaban la videoconferencia entre sus opciones, con la finalidad de fomentar la comunicación oral. Eso decían en sus campañas de márquetin.
Ahora la gente o teclea o le habla a su  móvil.

Felipe Deucalión


LA PROHIBICIÓN


Cuando el coronel Garciez se hizo con el poder de la pequeña republica caribeña de Guadalajara, lo primero que hizo iluminado por su constante paranoia, fue prohibir escribir. El coronel Marcelino Garciez, famoso por la batalla de los plataneros, era un analfabeto integral. El complejo de inferioridad que esto le causaba le llevo a desarrollar esa insigne paranoia con la que fue liquidando uno a uno a sus rivales por el mando. Algo que sus tropas, tan analfabetas como él aplaudieron firmemente.

El decreto pillo por sorpresa a todo el mundo y causo mucho revuelo. Los periodistas hablaron de libertad de prensa y se lanzaron a las calles. Los que corrieron más rápido ahora están en Estados Unidos, los otros, encarcelados o fusilados. Los profesores también se quejaron diciendo lo importante que era leer y escribir para llegar a ser algo en la vida. Graciez les hizo ver contundentemente (2 o 3 fusilamientos) que el era analfabeto y eso no le había impedido llegar a ser el presidente. El conjunto de los educadores reflexiono unas semanas y llego a la conclusión de que había muchas cosas importantes que enseñar sin necesidad de la palabra escrita, la paciencia, la amistad, la creatividad, el entusiasmo… Así que dejaron los libros en el armario, tiraron la llave y salieron a la calle con sus alumnos sonrientes.

Cuando Garciez confirmo que los números  le eran igual de insoportables que las letras, los banqueros, especuladores, contables y otros vampiros económicos que vivían a base de calcular intereses, se asustaron un poco y tomaron todo su dinero para moverlo a bancos extranjeros. Para su desgracia Garciez había anulado el valor de toda la moneda de Guadalajara (esos papelitos con garabatos) antes de que pudieran hacer efectivas sus transacciones. La mayoría murió intentando llegar a nado a alguna de las islas vecinas, algunos de ellos incluso fueron llorados.

La policía se encontraba dispuesta a ser una fuerza tan brutal como el mismo presidente. Pero cuando comprendieron que se les había prohibido escribir informes, denuncias, multas y sanciones solo les quedo salir a patrullar para vigilar los actos incívicos, en especial que no hubiera letras y números por ahí. Muchos policías dejaron el cuerpo y se dedicaron al cultivo de la banana.

Los tenderos asumieron que el trueque iba a ser el sistema de intercambio a partir de entonces. Los grandes almacenes cerraron, pero las pequeñas tiendas se convirtieron en puntos de encuentro donde la gente se ofrecía productos, noticias e historias.

Así la gente normal, pasado el primer calentón por el recorte de libertad, se planteo que tal vez no era tan indispensable eso de escribir si el señor presidente les dejaba tranquilos con todo lo demás.

Hoy en día Garciez ya mayor sigue siendo el presidente. Vive en la Casa Grande, atendido por un servicio domestico voluntario que se encarga de que sea feliz y no le falte de nada.  A veces sale montado a caballo y regresa satisfecho de no ver ni una sola de esas manchas incomprensibles que tanto odia y feliz de ver a su pueblo contento. La gente vive tranquilamente trabajando el campo y en pequeños talleres artesanales. Desde luego no exportan nada, pero tampoco sienten la necesidad de importar. Confían plenamente en que el hijo de Garciez, al que han visto jugando por la calle desde que nació, siga igual de iletrado y despreocupado que su padre... Y en que los estados unidos sigan obsesionados con el otro lado del planeta.

Herman



INDEPENDENCIA

La mano escribía sola. Como un miembro independiente había tomado su propio camino y ya no pertenecía a Carla.
Empezó un día escribiendo frases extrañas al pensamiento de Carla, y poco a poco fue tejiendo historias de otras vidas. Carla pensó que tenía una racha de creatividad, aunque no obtenía respuesta lógica al preguntarse de dónde surgían  esos textos.
Lo escrito nada tenía que ver ya con los pensamientos de Carla.  Se dedicaba ahora a leer, recordar y pensar lo que su mano escribía.
Por las noches Carla descansaba mientras su mano continuaba en movimiento relatando historias ajenas. Durante las comidas, el antes espacio del diario lo llenaba ahora la mano, trabajando en hojas que dejaba caer al suelo a medida que se llenaban de relatos. No había tiempo para leerlo todo, ni espacio suficiente para las montañas de papel que se acumulaban por los suelos, mesas, cama y demás.
Pasaron meses de intensa labor hasta que un día la mano amaneció triste. Escribía textos existenciales, oscuros y sobre la muerte. Carla sintió preocupación por aquel estado emotivo. Le habló con cariño preguntándole en que podía ayudarla y pidiéndole por favor que le escribiera lo que le sucedía.

La mano escribió cada vez con más lentitud hasta que decidió pronunciarse.
Estoy agotada. Me siento muy triste. Recuerdo aquellos días de unión contigo, Carla. Esa sensación de descanso y ligereza… cuando escribía palabras que surgían solas, sin tener que pensarlas. Ahí, apoyada cómodamente sobre la pluma. Sin presión. Acompañándote en esa danza delicada que finalizaba siempre con un punto y final.

Gemma



PROHIBIDO ESCRIBIR

Y también prohibido leer... y pintar, y cantar en la ducha, trasnochar, fornicar y hasta follar! Aquí lo que hace falta es un general de 4 estrellas, ya lo digo yo siempre!   ( cuadraos! ): ARRIIIIIIIBA ESPAÑA!!!!!!
Desde luego, todo iría mucho mejor! Ni prima de riesgo, ni deuda soberana, ni déficit fiscal! Aquí hace falta mano dura! Y se acababan las puñetas! Ah, qué tiempos aquellos en que con una llamada de teléfono de la persona adecuada al “amiguete” de turno se te solventaban todos tus problemas! ....
Ahora ya nada de ésto... ahora funciona diferente... rellene éste impreso, vaya Vd. a la otra ventanilla, que si días de personal, privilegios de funcionarios, amiguetes, amiguitos y amiguitas varios!! ... cómo va a ir bien éste país????? Lo que yo decía! Hay Paco, si levantases la cabeza...
Cómo el programa aquél, “Si yo fuese presidente” : Prohibido escupir en la acera, un policía de paisano en cada parque con cámara oculta, y al que no recoga la mierda del perro, prisión mayor, 4 años, 3 meses, 2 semanas y 1 día limpiando bosques de broza o asfaltando carreteras, por 200 €/mes! ... qué digo!! Por 450 pesetas y la cama ( colchón de lana, por cierto)... Así aprenderás, bellaco!
Y también prohibido salir al campo, ir a nadar a la playa, ir a los cumpleaños con karaoke!! Por Dios, qué cosa más vulgar... y hasta quedar pa ir al cine con la chorba!! Ah, y recuerda que si te la pelas, te quedarás más cegato que Mr. Magoo!  ( volved a cuadraros: ) ARRIIIIIBA ESPAÑA!!      PD.: (arriba venía de arribista?)

Pep