miércoles, 4 de julio de 2012

EL CRIMEN

EL CRIMEN
Había disfrutado de largas horas para planearlo. Tantas horas cómo parte de los días que llevaba preso en esa lúgubre cárcel de Brasil. Una mañana al despertar descubrió el arma, ese trozo  de cristal roto. El rayo de luz que la iluminaba en un rincón proyectó ese futuro crimen en su mente.
Durante meses había estudiado cada centímetro y segundo de los movimientos de su guardián.
Y, finalmente, el crimen fue certero, punzante, preciso y sangrante . Y esa precisión en la garganta le proporcionó un halo de placer y libertad.

Susana

EL CRIMEN
María ha visto el hombre de su vida en el súper donde siempre compra. El era guapo y tenía una sonrisa hermosa. Ella le devolvió la sonrisa y día el hombre se acercó a ella y así empezaron a hablar y hacer encuentros. Y así surgió que empezaron a salir en serio. Mucho tiempo Juan no decía nada que estaba casado, tenía mujer y 2 hijos. Pero como todo sale a la luz algún día le pillaba su mujer y el confirmando la verdad con otra mujer al mismo instante cogió su maleta y se fue a casa de María. Pasaban casi 2 años juntos y María notaba que cada vez más eran las excusas de Juan de no estar con ella. Un día ella persiguió a Juan y ahí vio a la otra mujer. Entonces hacía un plan de venganza. Llamó a la exmujer (que ella era dentista) y las dos  queriendo vengarse de Juan se preparaban el plan. Juan tenía un problema con una muela y para no pagar mucho dinero visitaba la consulta de su exmujer. Ella ésta vez con el empaste que contenía cianuro, que ella y María lo han conseguido, arregló la muela. Dos días después venía la policía a notificarla la muerte de su exesposo. Y ella luego llamó por teléfono a María, que ya se han hecho amigas, a comunicarla la trágica muerte de Juan.

Mónica

LA HABITACIÓN
Siempre pensé que estaba preparada para todo, pero descubrir aquella habitación fue algo para lo que nadie se hubiera podido preparar.
Lo primero que captaron mis ojos en la penumbra fue la blanca pila del rincón. Tarde unos segundos en identificar lo que era, brazos, piernas, torsos y cabezas de una palidez deslumbrante, apilados sin piedad unos sobre los otros. Imagine la paciencia necesaria para desnudar cada uno de esos cuerpos y luego separar uno a uno sus miembros. En la mayoría de las caras aun brillaba una sonrisa inútil. Felices hasta el final.
El resto de la habitación era una contundente mezcla de negro azabache y rojo sangre. En las paredes, sobre la cama, en las estanterías, incluso des del techo, imágenes delirantes parecían quererme atrapar.
Y, en la cabecera de la cama, tal vez el detalle que me hizo comprender la magnitud del crimen. El crucifijo que le regalo su abuela por la comunión, el crucifijo que des de mi agnosticismo, había intentado que no colgara, seguía ahí. Y sin embrago había cambiado del todo, pintado de negro, colgaba boca abajo y unas gotas rojas, frescas y brillantes, parecían estar retándose para caer sobre el cojín de mi hija.
A  mi lado ella sonría orgullosa, no sé si de su habitación o de la cara de espanto que yo tenía en aquel momento.
De un solo golpe, en un solo día mi hija había acabado con su infancia y con absoluta brutalidad había inaugurado lo que se veía venir como una larga y compleja adolescencia gótica.

Herman

BREVE MEMORIA DE UN PSICÓPATA
Uno de mis mejores crímenes fue sin duda cuando asesiné a aquel vecino tan pesado que se pasaba día y noche ensayando con su trompeta a todas horas sin importarle si era primavera, verano, otoño o invierno. El único momento del día en el que dejaba de tocar, era cuando venía a mi  casa a tomar el té. Eran ya muchas las ocasiones en las que le había pedido, por favor, que no ensayara en casa a cualquier hora, que lo hiciera en las aulas-auditorio del conservatorio o en un parque al aire libre  y que por lo menos hasta que estuviese en quinto curso, no gozara a tocar para un público aunque fuese a través de las paredes, y que de hacerlo, lo hiciese como máximo una horita al día…pero no hubo manera de que me escuchase, así que… él se lo buscó: decidí deshacerme de él  envenenándole poco a poco, día a día… el té, que yo, tan delicadamente, le ofrecía los lunes, miércoles y viernes no festivos. Al cabo de tres meses falleció de un paro cardíaco, tranquilito y en su cama. Nadie sospechó,  ni siquiera su trompeta. Siempre le recordaré con cariño y lógicamente no me siento mal por ello ya que fui muy considerado al asesinarle de ese modo: no acuchillándole, por ejemplo, ya que sabía de buena tinta que no soportaba la sangre y que además era un vegetariano estricto.
Dicen que carezco de emociones que mi cerebro entra en el cerebro de mis víctimas  manipulando lo que hacen y lo que piensan, que estoy absorbido en mi mismo sin conciencia, que no siento nada hacia los demás y que para mí las normas sociales no tienen ningún significado. Dicen que soy un psicópata.

Marta

EL CRIMEN
La puerta del piso estaba abierta y el detective Marlow  subió rapidamente por la angosta escalera. La casa era vieja y el pequeño salón estaba abarrotado de gente.
De pie dando órdenes estaba el teniente Sánchez y a su lado el oficial Smith. Se encontraban también en la escena del crimen otros tres policías de paisano y el forense con su ayudante. El detective Jonh Marlow casi no podía llegar hasta el cadáver.
Cuando por fin pudo saber de qué se trataba vio que la víctima era un hombre blanco de unos treinta años con un disparo en la cabeza y un primer disparo en el hombro. Estaba boca arriba y enseguida se dio cuenta que el asesino falló la primera vez y luego lo mató con la segunda bala que entró por la frente y salió por la nuca. Los casquillos del  calibre 9mm parabéllum estaban en el suelo.
El muerto era Jimmy el largo, uno de los hombres de confianza del capo mafioso Roco Leone, de todos conocido, que controlaba la zona sur de la ciudad.
El detective Marlow supuso que se trataba de un ajuste de cuentas. Hacía tiempo que andaba tras el rastro de Roco y sabía que se esperaba un importante cargamento de heroína para esas fechas.
Jonh Marlow salió de la casa y se dirigió al sur. Un contacto habitual le había facilitado la dirección de un almacén abandonado y tenía la corazonada que podría tener algo que ver con los sucios negocios de Roco.
Una vez allí se escondió y pudo encaramarse en una pequeña ventana de la nave. Vio a través de ella a varios de los hombres de Roco. Pensó que había acertado de lleno y escuchó la conversación. Malcom hablaba con Roco y le decía:
_ Jimmy era un cerdo traidor, ya no podrá engañarnos nunca más. Quería hacer tratos con los del norte para quedarse nuestra pasta.
_ Bien hecho Malcom, quien me la hace la paga
Una vez enterado de la cuestión, fue hacia la jefatura de policía para informar al teniente Sánchez. Esto aclararía el caso.
Luego esperaba irse a casa y tomar una gran cerveza. El día había sido muy largo.

Laia

CONFESIÓN
Querido Manolo,
He sabido de tu enfermedad por mi cuñado Antonio, ya sabes, el que se casó con la Inés, la hija de Faustino. Si te escribo esta carta es porque quiero contarte algo que no me ha dejado vivir en paz durante estos casi sesenta años y creo que ahora ha llegado el momento de decirte la verdad. Me refiero a lo que pasó con tu hermano Miguel, aquella desgracia que ocurrió aquel verano del 52, y de la que tú nunca llegaste a reponerte por completo. Quiero que sepas que fui yo el autor de los hechos, porque, aunque tu no lo sabías yo estaba profundamente enamorado de la Luisa, la quería en lo más profundo de mi corazón, aunque nunca me atreví a decírselo, pero cuando la veía con tu hermano era como si los demonios se apoderaran de mí, y la ira y los celos que sentía eran tan fuertes que en aquellos momentos era capaz de todo; si no podía ser mía no sería de nadie más. Así fue cómo un día me lié a puñetazos con tu hermano y preso de la ira, por la noche cogí la escopeta de caza de mi padre y me esperé a que todo el mundo se hubiera marchado del bar, y cuando se quedó solo entré y le asesté un tiro en la nuca que le reventó los ojos. Todos pensaron que aquello había sido un ajuste de cuentas, ya sabes, por los asuntos turbios en los que andaba metido, me refiero a lo del estraperlo, así que fue  fácil escapar de la justicia. A partir de ese día no pude mirar a la Luisa a la cara, me sentía tan culpable que pensé que no la merecía. Y así fueron pasando los años hasta que un día decidí que tenía que dar la cara, pero cuando me dirijí al cuartelillo de la Guardia Civil empecé a pensar  qué haría la Isabel con un marido en la cárcel y cuatro bocas que alimentar y no tuve agallas suficientes para confesar.
No busco tu perdón porque sé que no lo merezco,  me he decido a contártelo porque creo que mereces saber la verdad.
Recibe un fuerte abrazo,
Alfonso

María José

LA CARTA
Querida Pili:
No sé con que cuentos te habrá ido la gente, seguro que tu familia te ha mal metido en mi contra y por eso no vienes a verme. Yo solo quiero explicarte la verdad para que me comprendas y podamos estar como siempre.
Es verdad, yo maté a tu primo el Eusebio, no te lo oculto para que veas que no te miento. Pero fue por mala suerte, yo no iba a por tu primo, me vi forzado por las circunstancias, te lo juro.
Tú sabes que yo, cuando ando por el barrio, nunca me echo la navaja al bolsillo, pero aquel día me la eché, ese fue mi mal fario. Si yo no fuera llevado la navaja, no fuera matado al Eusebio y no tendría esta ruina que ahora tengo.
Yo estaba en el bar la Parra con mi hermano y su cuñado, el Panocha, tomando tranquilamente unos vinos. Y en éstas que llega el Eusebio con su gente, y empieza a mentar a la hermana del Panocha, “que si la Loli estaba para mojar pan”, “que si él ya la había catado”, “que si la había puesto mirando para Cuenca”.
Total, que el Panocha se calienta y se va para el Eusebio, mi hermano que se pone entre ellos, y tu primo que rompe una botella y embiste a mi hermano por la espalda. En viendo eso, yo me cegué y como llevaba navaja para desgracia mía, tiré de navaja. Ya sabes que el Panocha se la tenía jurada al Eusebio, por unas papelinas chungas que le encalomó en un trapicheo. Pero está vez empezó él, nosotros solo nos defendimos, no somos mariquitas que se dejan insultar, meter de piños y que los rajen.
La bronca en el bar era total, como pude me fui de allí. Aluego me dijeron que tu tío y tu padre andaban preguntando por mí, por eso me fui a Torre Baró, donde mi tía.
Espero, que ahora, que sabes la verdad, cumplas como esposa y acudas al próximo bis a bis que me den. Yo siempre he mirado por ti y conmigo nunca te ha faltado de nada.
 Se despide tu marido, que te echa mucho en falta.
FDO: Quique
Quatre Camins a 12 de Noviembre de 2.007

Felipe-Decaulión

LA COMUNIDAD
Año 2010
_Buenos días comisario, _buenos días inspector, el caso 13/2005 tenemos que cerrarlo, no hemos encontrado pruebas para inculpar a nadie, así que demos carpetazo al asunto dijo el comisario.
-De acuerdo señor, me ocupo de ello, dijo el inspector.
La comunidad estaba compuesta por tres vecinos, la madeja de la rabia por los diferentes intereses entre ellos, las riñas y rifirrafes fue tejiendo con hilo de odio la tela de la venganza.
Andrés de 33 años vivía en el piso bajo, con una gran patio exterior que hacia las veces de terraza.
Julia vivía con su hijo  en el primer piso.
El señor Antón y su esposa Margarita junto a su hijo German lo hacían en  el piso segundo,
con una preciosa terraza con vistas al parque que había frente a la casa.
Año 2005
En la ultima  riña Andrés, dijo a boca de oreja a la esposa del Sr. Antón tal soez que hizo saltar a Margarita sobre él como una gata a sacarle los ojos, tras la intervención de la policía nunca más volverían a dirigirse la palabra.
Era la verbena de San, Juan, Andrés sentado en su silla de teca en la terraza comía su coca, mientras, esperaba la llegada de los amigos para ir a buscar alguna música callejera, de pronto una cuerda con lazo de doma cayó del cielo y lo subió en volandas, la coca quedó pegada en su lengua ennegrecida.
German con su arnés lo bajó y colocó en su silla de teca, trepó hacia su casa como una salamandra por la lisa pared. No dejó  huella,  ató su arnés a la baranda de su terraza atravesando el piso de delante hasta atrás.
Tras inspeccionar el escenario junto a la policía científica, el Juez dio la orden del levantamiento del  cadáver,  acto seguido llegó la funeraria, salía por la puerta el féretro con Andrés dentro y su madre llorando.
Desde la terraza El Sr, Antón , German y Margarita se miraron y sonrieron, Margarita por lo bajo dijo: nunca más volverás a decirme “me vas a  comer  la polla”.

Mar.ria


YO CONFIESO
       Sí Padre, confieso, fui yo. Yo lo preparé todo. Con premeditación, alevosía e incluso nocturnidad. Tres agravantes, tres. Merezco la perpetua, Pather, pues no me arrepiento lo más mínimo. Confieso:
       28 de agosto de 1947. Linares ( Jaén ). 17 h.       
Tarde calurosa de agosto, mujeres con mantilla y hombres recién afeitaos. Pueblo agrícola y ganadero  en la España triste en blanco y negro. Plaza de toros abarrotá hasta la bandera. Duelo magistral entre Luis Miguel Dominguín y Manolete, con Gitanillo de Triana de comparsa. El graderío grita alborozado. La expectación es máxima. 
       Uno, dos, tres… cuatro toros y… El quinto soy yo  ¡ : el torero me pega unos meneos p ácá y p´ allá , yo hago como que me dejo… pa que se confíe… y en eso…: se la metí, se la metí bien metía! Hasta el fondo ¡ cuando nadie se lo esperaba, le metí la cornamenta y el pitonazo hasta la yugular! Fui yo, Pather. Lo confieso, y no me arrepiento.
Fdo.       Islero.
 ( 2ª parte)
       Padre, ahora más de lo mismo: ahora quiero el garrote, la guillotina y la horca en plaza pública con escarnio incluido. Lo volví a hacer: Y tampoco  me arrepiento, …
        Dallas ( Texas, USA. ) 22 de noviembre de 1963. 16 h.
        Típica tarde otoñal en la ciudad, engalanada por todo lo alto por una visita ilustre. Las calles del centro están llenas de gente a rebosar. Padres de familia con niños malcriados con globitos de colores, madres aburridas, pero que muy muy aburridas de la vida, en busca de pasar una tarde “diferente”, al ver pasar la ronda presidencial ( igual se pensaban que tenía 3 cabezas y un rabo).  
       Pasan uno, dos coches de escolta… y cuando pasa el tercero, un descapotable con el patán saludando a diestro y siniestro, con la sonrisa hipócrita de todos los gerifaltes…: BANG ¡ BANG y más BANGGGG . Tres balazos, tres. Qué a gusto me quedé ¡ Le pegué al jeta tres balazos y me quedé tan ancho ¡ Qué clase la mía! Quería ser famosa, salir en el “ Hola” y en el “Pronto”.
Fdo. : Lee H. Oswald. ( asesino y gay )
 ( 3ª y última)
Padre, ahora quiero que me envíen al infierno directamente, con todos los malos: Janfri Bogar, Eduar Yi Robinson y Voris Carlof… estar allá con ellos , departiendo de nuestras fechorías, en petit comité y también ante el ilustre público: yo maté a 19, ahhh, pues yo a 26…. Ahhhhh, pues yo encima me tiré a su mujer…ohhhhh…… ahhhhhhh ( la gente aplaudiendo, pañuelos blancos al aire, otra, otra…)….
NYC 11 de septiembre del 2001. Martes. 9 am hora local.
 La gran manzana amanece como otro día cualquiera. La mamá que lleva al niño al cole en el todo terreno mega pijo, que lo único que hace es consumir carburante por un tubo. So guarra ¡ En bicicleta le tenías que llevar!  El ejecutivo estresado que llega al centro en su descapotable de 89.000 € , dispuesto a desplumar al primer incauto que se ponga a tiro en su mega inmobilaria… lo de cada día vamos…..
Ah, pero no…. Hoy no será como otro día cualquiera, no! Cómo Michael Douglas en “ Un día de furia” , hoy os vais a acordar de mí ¡ …   y tanto que os vais a acordar ¡ … En mi avión prestao y secuestrao, me dirijo a toa pastilla hacia Manhattan… oh, qué diver es esto… allá veo las Torres…. Pa allá que voy….. volando voy, volando vengo….    PAFFFFFFFFFF qué ostia , mon Dieu, qué ostia más magistral, histórica e histérica… y encima luego vendrá mi colega con otro igual… que bien se lo van a pasar… definitivamente, HOY NO SE VA A ABURRIR NADA EN TODO EL PLANETA ( de los simios).
Fdo.   Alí Agka ( o éste o es el que atentó contra el Papi ¿ )… 




Jomamaba
   

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