lunes, 28 de octubre de 2013

OTOÑO TOMILLO BAÚL LIBRO CRISTAL GUATEMALA



CAE EL OTOÑO
La estación cae, se percibe a través del ambiente, de la humedad, del devenir de las hojas muertas.....intento escribir alguna anotación en el libro, pero ...me distrae la naturaleza , su aplastante mutabilidad cíclica , sus cambios...como si del humor se tratara...ríe, llora , explota,,,,,,se desborda incluso en sus aguas mansas...
Mientras , sobre la mesa, la copa de cristal aloja un caldo denso, cálido y vigoroso, que me permite escanciarlo en mi interior , ayudándome a concentrarme, mientras busco las palabras exactas que darán forma a la  historia de mi juventud en Guatemala.
Cientos de documentos, quizás miles descansan en el oscuro y maltrecho baúl. ¡Si el baúl hablara!. Desordenados , encubiertos en su propio caos, piden a gritos una agenda cronológica de sus vivencias. Debería hacer acopio de generosidad y clasificarlos, pero no lo haré.
Los cogeré al vuelo, como aparezcan, sin orden ni criterio, saltaré y retrocederé con ellos en éste último viaje. Será mi huella . El  testimonio de mi naturaleza dispersa, distraída, pero no por ello falta de pasión , de vida, de necesidad de justicia.
Ahora, en el cobijo de la tarde puedo rememorar lo acontecido e incluso deleitarme con el recuerdo del sabor de una sopa de tomillo que en su aparente fragilidad , me envolvió en una fuente de calor y bienestar en momentos muy duros en compañía de unos rostros que jamás volveré a ver .
Apuro la copa, como si la vida me fuera en ella.....

MPNova

OTOÑO TOMILLO BAÚL LIBRO CRISTAL GUATEMALA
Se acabo el verano, llego la estación  de los ocres i rojizos a marcar el paso del tiempo. Se acabaron nuestros paseos de la mano por las rocas del acantilado acompañados por toda la fragancia de las arbustos mediterráneos. Tengo un lugar especial para guardar todos esos recuerdos, bien ordenados, por si algún día quiero buscar en él pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor. Solo deje fuera esa extraña cosa en la que te dedicabas a leer. Tumbados en la playa yo me reía cuando se te acababa la batería, tú te reías cuando se me mojaba el papel. No me animo a usarla, si algún día vuelves aquí te estará esperando, y tal vez yo también.  Ayer empezó a llover, después de todo el verano abiertas llego el momento de volver a cerrar las ventanas. Miro la calle y no puedo dejar de preguntarme si esa fina capa transparente nos protege o nos encierra. Estoy seguro de saber lo que tu dirías, pero ya no estás aquí. Volviste a tu tierra, entre el Caribe y el pacifico, entre Méjico y Honduras.
Tal vez te vuelvas a reír de mi, tú que lo llevabas todo anotado en el móvil, pero creo te gustara saber que delante mío tengo abiertas las paginas en las que marco día a día, semana a semana, todos mis compromisos. Y mira qué casualidad que el mes que viene está casi vació. Quieres que te devuelva el kindle?

Herman

UNA HISTORIA DE OTOÑO
La casa se encontraba al pie de una pequeña colina, detrás de una extensa cortina de árboles con tonalidades ocres, doradas y rojizas. –Hace cuatro días estábamos en el mes de mayo y ya estamos en noviembre- pensó María al notar cómo sus pies se hundían en aquella alfombra de hojas secas tan característica de los paisajes de otoño. Se acercó a la puerta y leyó un letrero que decía: ARACELI SALAZAR GONZÁLEZ, NATURAL DE SACATEPÉQUEZ, DZAC YAH ESPECIALISTA EN HERBORISTERÍA Y PLANTAS MEDICINALES. La puerta se abrió y una señora de mediana edad la invitó a pasar. Un intenso olor a tomillo inundaba toda la estancia, y María se dejó embriagar por aquel mar de aromas que a ella se le antojaba de placentero y estimulante. Manojos de hierbas colgaban por las paredes entre máscaras de madera tallada emulando a los dioses mayas, y un sinfín de botes con todo tipo de pócimas, dispuestos en el interior de una vitrina, hacían de aquella habitación una especie de laboratorio herborístico en mitad de un santuario maya.
Araceli Salazar González abrió un baúl cerrado bajo llave y sacó un libro grueso y pesado, una especie de Vademecum que le mostró a María, donde podía leerse: “El arte de las hierbas, chamanismo y otros secretos de Guatemala”. A continuación sacó una colección de amuletos de cristal y volvió a cerrar el baúl con llave. Se quitó el parche del ojo izquierdo, colocado a modo de un pirata del Caribe, y se colocó el ojo de cristal, ya que según decía no quería crear confusión entre los pacientes creyentes del “mal de ojo”.
Algo le hacía pensar a María que aquella señora no pertenecía a este mundo, una Dzac Yah cuyo honorífico título procedía de la gracia divina; ni siquiera tenía la certeza de salir de allí sin sus dolencias de ciática, pero si de algo sí estaba segura era de que anotaría cada uno de los detalles en su agenda.

M.Jose/Asia

ORGASMO TOTAL
En el domicilio de Catalina Morillo Nieto, la policía encontró una agenda escondida en el fondo de un baúl, en la que Catalina, a modo de diario, había escrito:
Martes, 15.
Ayer Eugenio me volvió a golpear. El señor llegó cocido y quería fiesta, y yo estaba molida. Pero bien que me molió él; a hostias. Mientras me chillaba y descargaba toda su furia, me refugié en un paseo campestre. Era un atardecer otoñal. Me gusta mucho el otoño. Veía los tonos anaranjados, casi dorados, de los árboles, y olía el tomillo.
Cuando paró la descarga y abrí los ojos, vi que la figurita de cristal de Murano estaba en el suelo rota. Me dolió lo de la pobre figurilla, y eso que era un regalo de su madre.
Jueves, 17.
Tengo ante mí el libro de familia. Qué joven era, y qué ilusa. No hemos tenido hijos, cosa que él también me echa en cara. Así, que según el librito este, Eugenio es toda mi familia. Pues vaya mierda. Si es que no lo soporto más, me he de librar de él como sea.
Vale, sí, al principio era diferente. Pero ya ni recuerdo cuando no había exigencias y palizas. Y ahora al muy hijo de puta no le basta que se la chupe y luego me la deje meter mientras mi mente patea la hojarasca del bosque. No, eso ya no le basta, ahora quiere que yo también me excite, y me lame la entrepierna con ahínco durante un buen rato.
Sábado, 19.
Hoy será el día. Eugenio está en el Guatemala agarrando la cogorza de rigor. Voy al lavabo a triturar los somníferos y tranquilizantes que he reunido. Luego me plantaré ante la ventana del salón, y así que le vea girar la esquina, me iré corriendo al lavabo, le echaré unas gotas de agua a los medicamentos machacados, y la pasta resultante me la untaré a conciencia en la vagina. Creo que está noche voy a gozar de verdad.

Felipe Deucalión

LA CLAVE

Abrí el sobre. En su interior, encontré una cartulina con siete claves para siete palabras que debía descifrar para recobrar mi libertad. Siete eran también los minutos que tenía para hacerlo: resolver la clave significaba poder salir de allí. Lo contrario era quedarme en aquel lugar sometida y respirando sin querer:  rehén de aquel guardián de mirada fría y hermética con quien un periodo de mi vida quedó suspendido en el tiempo, y que todavía me siento incapaz de medir.

El reloj de arena empezó a derramar segundos grano a grano que, silenciosos, se amontonaban formando minutos.

3 Slbs. (O²)+T+O÷Ñ=

3 Slbs. (T+M)+I+ L² (2xO)=

2 Slbs. (B+L)+(A+U)=

2 Slbs. (L+B+R)+(I+O)=

4 Slbs. (GTML/U+E) (3xA) =

2 Slbs. (C+(R°)S+T+L) (I+A) =

3 Slbs. (Ax2-1)+ {G (0+e)N+D (a)}=

Empezó a llover torrencialmente de nuevo: durante todo aquel tiempo me había dado cuenta de que en aquel lugar el clima se reducía a dos estaciones: invierno y verano, la época lluviosa y más fría, y la seca y calurosa. Echaba de menos ese estado intermedio del otoño: dejar atrás el sofocante calor del verano y empezar a arroparme con  el frío del invierno. Echaba de menos a mi gente; a mi tierra de tomillo, trigo, vid y olivo. Intuía que estaba lejos, muy lejos de mi casa. Un baúl entreabierto y vacío aguardaba en vano cerca de la puerta, como esperando a llenarse de todo lo necesario para huir de allí. Tampoco vendría conmigo la copa de cristal de bohemia: esa que me regaló el jefe de guerrilla en un intento de hacerme sucumbir al Síndrome de Estocolmo. Todo mi equipaje era un libro de relatos breves del escritor guatemalteco Monterroso que había podido guardar clandestinamente durante todo aquel tiempo. Amigo de lecturas furtivas con el que, página tras página, pude escapar de los muros que me envolvían. El tiempo y yo, seguíamos discurriendo: abrí la agenda por el punto y supe que era el mes de abril.

Me dirigí hacia la puerta segura de tener la clave. Tiré de la manija y esta, se abrió.
Caminé libre sin mirar atrás.

Marta Albricias

SIEMPRE NOS QUEDA PARIS
Tuve que reprogramar mi (agenda) trabajo, solicitar un permiso a la gerencia de la empresa, para volar a mi país, Tegucigalpa, (Guatemala) urgentemente debido a los problemas familiares que se estaban presentando entre mi mamá y su hermana, que viven juntas y se han peleado a muerte y tengo que interceder, para lograr que se reconcilien, el motivo de la pelea es escabroso, siempre he pensado que no hay que remover el pasado, mas si son cosas inconfesables.

En el vuelo até  cabos sobre lo que sucedió hace mucho tiempo, cuando era niño, recuerdo que mi padre viajó  para París el 2 de octubre de 1961 (otoño), recuerdo la fecha por que se iba en el día que cumplía años, toda la familia fue a despedirlo al aeropuerto, para la época era un acontecimiento familiar viajar a Europa. Cuando regresamos a la casa, mi tía, María, que vivía con nosotros, nunca se casó, con motivo de mi cumple años, preparó un pernil de cochino con una especie que no recuerdo su nombre, (tomillo), su especialidad, que todo el mundo   celebró porque estaba exquisito, ella también tenía viaje al día siguiente a ciudad de México, a visitar unas amigas. Mi pensamiento discurre sobre  como mi madre por casualidad descubre el secreto que su hermana tenía escondidos por años, ella buscando un juego de copas finas de bohemia (cristal) que no sabía donde lo había guardado, abrió muebles, armarios, cajas y  maletas y abrió una parecía un cofre (baúl), en donde tampoco estaba lo que buscaba, pero le llamó la atención un folleto (libro) de viaje referido a Francia, lo cogió y al  hojearlo, se cayó al suelo una foto, al recogerla observo que en la foto estaba su hermana con quien fue su esposo, Antonio y cuyo fondo era….. la torre Eiffel. Llanto, crisis, pelea, resentimiento, sospechas confirmadas.

Recuerdo que cuando regresó mi tía de su “viaje a ciudad de México”, no trajo ningún regalo como se esperaba, lástima, que ahora entienda el motivo porque no me trajo el sobrero de mariachi que tanto le pedí para parecerme a Jorge Negrete y Pedro Infante.

Jesus

SUCCESSOS ESTRANYS
Tot va començar a la tardor del 2011. Vaig trobar als encants una calavera de cristall. No era més que un objecte decoratiu, o així ho pensava jo, poc més gran que el meu puny. La vaig portar satisfet a casa i la vaig posar a la prestatgeria amb totes les meves adquisicions, sense pensar-hi més.
Al principi no ho vaig relacionar. Però des de aquell moment a casa les coses van començar a canviar, i no pas per bé. Primer va ser el gat que es va anar posant nerviós, de cop bufava sense motiu i un dia va saltar pel balco i de poc no es mata. Surt que el va recollir el veí de baix. Mentre es recuperava vaig poder fixar-me en la seva mirada. I vaig descobrir que sovint quan rondinava estava mirant la calavera de cristall. S’ho vaig explicar enseguida a la meva parella.
No en va fer ni cas, una mica cansada de que em dediques a col·leccionar qualsevol cosa em va dir que si pensava que la calavera molestava al gat que senzillament la llences. Però jo no en tenia prou amb això. Vaig deixar el gat amb els meus pares, cosa que no va agradar gaire a la meva parella, i vaig començar a investigar sobre les calaveres de cristall.
Vaig comprar llibres i llibres del misteri de les calaveres. Vaig començar a endinsar-me en tots els misteris maies y a comprendre el poder d’aquella petita figureta que tenia a la prestatgeria.
Per altra banda els malestars a casa seguien creixent, la meva parella cada vegada estava mes disposada a discutir qualsevol cosa amb mi. Que si em gastava tots els diners comprant coses rares, que si no li feia cas i nomes parlava de coses rares. Jo no ho acabava d’entendre per que se suposa que les calaveres tenen una energia harmònica universal que facilita la pau entre els essers vius, així que vaig investigar més i vaig descobrir la profecia del 2012. El fi del mon estava invertint els poders de les calaveres!!!!
Necessitava investigar més. Estava, a principis de  2012, el poder malèfic del crani era cada cop més poderós, la meva parella va marxar a mitjans de març. Pitjor per ella si no es volia preparar per la gran hecatombe. Vaig deixar la feina i em vaig vendre tot el que tenia de valor i ja no necessitava. A l’octubre jo era una de les persones més reconegudes com expert en el calendari Maya, el meu bloc sobre la fi del mon era un dels mes visitats a nivell internacional.
Al novembre ja em vaig traslladar a Guatemala per preparar el gran traspàs sideral capo a un nou pla de consciencia. A principis de desembre ja estava instal·lat amb un munt de creients com jo al voltant de Tikal esperant el gran fenomen del 21 de desembre.
El 22 de desembre no havia passat res. Potser es que algun càlcul no el varem encertar. Em va saber greu tenir que marxar, però els diners s’havien acabat.
Ara visc a casa de la meva mare mentre intento trobar alguna feina.
L’altre dia la meva mare va portar una planta de farigola per plantar-la a la jardinera de la terrassa. I no se perquè però des de que la va portar em sembla que ja no em tracta igual que abans. Se que la farigola era una herba usada per les bruixes, potser li han fet algun sortilegi. Vaig a comprar uns quants llibres per descobrir que esta passant.

Herman

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