jueves, 14 de noviembre de 2013

Visita a una exposición



En esta ocasión los pequeños escritores salimos de paseo y visitamos una exposición en el caixaforum. Nos inspiramos libremente en las obras para generar nuestros pequeños relatos. Os invitamos a contemplarlos juntamente con las obras inspiradoras.

TERRIBLE HORIZONTE
 
Salio impresionado por lo visto en  un exposición de arte moderno, que consistía en varías obras de distintos formatos: vídeos, fotos, pintura, escultura... eran obras que en común trasmitían la  sensación de un mundo bizarro, sin sentido, triste y pesimista.

Una de las  obra consistía en una serie de fotos en blanco y negro, que retrataban el mar desoladoramente, eran cuatro fotos, con solo agua y  con un horizonte lejano, el ambiente que   reflejaban era frío y tenebroso, sin saber porque razón estas fotos lo impresionaron, lo inquietaron mucho..

En la noche, cuando dormía, tuvo una pesadilla terrible, sin explicación, como son los sueños, se encontró en medio del océano  nadando desesperadamente para alcanzar el horizonte, era el mismo horizonte que había en las fotos de la exposición, nadaba y nadaba y no alcanzaba el horizonte, pensaba, en el sueño, que podía colgarse del horizonte y salvarse, sentía que avanzaba pero siempre el horizonte estaba a la misma distancia, poco a poco se fue cansando, se fue rindiendo, fue tragando agua, se estaba ahogando, en medio de la angustia  por sobrevivir, se da cuenta que todo lo que esta sucediendo es una pesadilla y con gran esfuerzo se despierta  gritando,  ¡carajo con las fotos!
Jesus

LA ETERNIDAD

Recibimos la inmortalidad con los brazos abiertos, la última conquista de la evolución humana. No más hambre, no más frio, no más enfermedad y no más muerte. Delante nuestro todo el tiempo que deseemos para cumplir cada uno de nuestros sueños, del primero al último.
Vivimos aquellos primeros miles de años con la ansiedad del buffet libre, cuando uno descubre que puedo comerlo todo y decide que quiere comerlo todo, y ahora un poco de esto, y quiero más de esto, y eso de ahí es nuevo, y con un poco de vino todo bajara mejor. No me miréis mientras me desabrocho el cinturón...
Dormimos nuestra resaca durante un millón de años, que prisa teníamos para levantarnos.
Y al despertar descubrimos que nada nuevo había para nosotros.
¿Qué haces en el mejor buffet libre del universo cuando ya no quieres comer?
Ahí hay alguien que se entretiene colocando un plato sobre el otro hasta que la pila empieza a tambalearse y todo estalla en el suelo. Sin miedo a cortarse aparta los fragmentos y empieza su nueva pila esperando que esta vez no haga falta poner tantos para verlos caer.
Detrás una mujer toma la bandeja de los espaguetis con su mano derecha los separa uno a uno para tomarlos con su mano izquierda y volverlos a mezclar.
Más allá un niño mastica con paciencia un tenedor disfrutando de cada minúsculo fragmento de metal que una vez cada cien años su frágil dentadura consigue roer.
Y preferiría no tener que reconocer mis manos en esas manos que van sirviendo boles de sopa para una vez vaciada la olla volverlos a volcar dentro y así tener una excusa para volver a empezar.
Déjame vivir unos cuantos miles de millones de años más, tal vez entonces averigüe cual es el sentido de la eternidad.
Herman

 D.S.B.CH

Desde el cataclismo el norte del continente americano adoptó el nombre de Destructed States by China. ( D.S.b.Ch). Hubiera sido una utopía aceptar el declive de U.S.A y regalar su supremacía fáctica de poder al imperio milenario asiático.
Los chinos fueron muy hábiles en diseñar un virus tecnológico con efectos colaterales químicos y sanitarios que crearon un nuevo mundo de paradoja entre los norteamericanos.  Estos, que habían vivido sin casi cultura ancestral, no tuvieron otra alternativa que no fuera aceptar la triste distopia de iniciar un génesis de supervivencia creado de toda la basura generada de los desechos resultantes de las transmutaciones de las materias aculturales, materiales, consumistas y capitalistas del desarrollo estadounidense anterior.
Yo, ya había sido homeless durante años delante del Bellaggio antes de la destrucción.  Tenía una enorme casa de muñecas de madera rescatada en un contenedor y por sus ventanas se colaban las palomas putrefactas y enfermas a vivir. Creía, firmemente, que esa casa era un casino de mi propiedad y las palomas los ludópatas que entraban a jugar agarrando chapas metálicas de latas cómo fichas de apuestas. Incluso, en mi mente viajaba en mi avión a negociar con otros dueños de resorts de ocio de la competencia. Era fácil me levantaba del suelo y cogía mi oxidada bicicleta con los adornos dignos de un jet privado: garrafas de plástico, restos de paraguas y bombillas para la noche. Incluso a veces, me llevaba alguna sombrilla de playa cuándo tenía que trasladarme a los destinos caribeños del parque  de delante dónde me desnudaba y embadurnaba de crema de cacahuete para negociar con los imaginarios magnates cubanos cerca de las fuentes de Town Square.
Por eso, no me resultó nada extraño que gracias a todas estas facultades me nombraran el alcalde de Las Vegas cuándo decidieron elegirla la nueva capital de D.S.b.Ch.
Susana

 MAR DE JAPON (Sugimoto)
 
Apreciado visitante,
Solo quiero informarte de mi decisión y espero que comprendas mis motivos.
Aquí, en la expo de Caixaforum he decidido a hacer un cambio radical en mi vida  y no hay vuelta atrás.
Como puedes comprobar, somos cuatro hermanas. Nacimos el mismo día y con pocos segundos de diferencia. Yo soy la tercera. Desde mi posición puedo ver unas pajareras naranjas a mi derecha, una pantalla de vídeo gigante, un montón de basura en medio de la sala y enorme reloj de arena frente a mí.
Pero lo que realmente me llamó la atención fue la obra “Dysneyfication” de Timmermans. Desde el primer momento que la vi la atracción fue irresistible y me quede hipnotizada por su belleza, sus formas, sus líneas…
Durante el día, el ir y venir de la gente hacía que no pudiera fijarme con atención, pero por la noche, cuando todo estaba quieto y tranquilo, mi fantasía irrefrenable me hacía imaginarme allí, perdida en una de aquellas estructuras imposibles, formando parte de un algo… de un todo.
Pero lo que más me llamaba la atención era el anonimato. Seguro que allí, perdida entre los trazos de la obra, nadie me identificaría. Ya estaba más que harta de ser la única protagonista de mi propia existencia.
Así que, tras escuchar durante varios días las advertencias de mis tres hermanas y después de armarme de valor, anoche lo hice. Me desprendí de mi yo y me dejé caer. Lo tenía todo bien planeado. Solo tenía que seguir las líneas del suelo en la ruta GENESIS  y antes de que pudiera darme cuenta, ya estaba allí.
La acogida fue muy agradable y desde el primer momento me sentía como si fuera una más. Me dejaron elegir un sitio y enseguida me acoplé como una más. De reojo podía ver a mis hermanas que todavía no se lo creían. Quien sabe, igual se animan un día de estos…
Por cierto, no me he presentado: soy la línea del horizonte de la tercera foto. ¿A que no me encuentras?
Javier

PAJARITO

Un minirelato conscientemente inspirado en la obra For the birds de Thomas Schütte que incluye la exposición Arte Ficción  (y  Subconscientemente, en una historia de Las Mil y Una Noches).
Pajarito entró corriendo en la pajarera, gritando:
 -“Por favor, por favor…  Que alguien me preste un coche: hoy antes del anochecer,  tendría que  estar en un lugar lejano a más de cien kilómetros al sur de aquí…como mínimo.”
-¿Para qué?, ¿Qué pasa Pajarito?,  Preguntó curioso el Jilguero.
-"Acabo de encontrarme con la Muerte en el jardín: esta, me ha mirado fijamente a los ojos y me ha dicho que esta noche va a llevarme con ella y yo no quiero irme con ella todavía.
-“Muy bien”, -dijo el Tordo.  "Mi coche es muy rápido, seguro,  y es tan veloz que solo le falta sacar las alas: llévatelo, ve en paz y esperamos tu regreso”.
Y así, Pajarito salió de allí a toda velocidad…desafiando al destino.
Mientras tanto, los Gorriones, los Verderones y las Golondrinas salieron al jardín y vieron a la Muerte sentada allí: una mirada perpleja dibujaba en su rostro.
 -"¿Qué pasa Muerte?”,  le preguntaron todos los pajaritos a coro.
Y la Muerte respondió:  -"Según mi agenda, esta noche tengo que reclamar la vida de Pajarito, a quien he visto hace un rato en el jardín, pero se supone que debería hacerlo en un lugar lejano que está a más de cien  kilómetros al sur de aquí. A menos que Pajarito tenga un coche rápido y seguro -al que solo le falte sacar las alas- no veo cómo este podrá llegar allí antes del anochecer para encontrarse conmigo”.
Al oír y comprender lo que significaban de las palabras de la Muerte, los pajarillos de la pajarera enmudecieron de dolor.
Pasada la puesta de sol, seguían  pensando en Pajarito, deseando y confiando en que el destino diese un giro inesperado y este volviese pronto a casa, pero al ver que pasaban las horas, los días y que este no aparecía, murieron todos de pena. La pajarera sigue ahí vacía, de exposición en exposición, y esperando que algún día otros pajaritos se acomoden en ella.
Marta Albricias

LEYENDAS DEL FUTURO
Corría el año tres mil quinientos trece. Alfanumérico, prestigioso arqueólogo, releyó un primer fragmento del diario del Capitán Harry, que tiempo ha, había logrado descifrar.
“Nada, el centro de control de Carolina del Sur no responde. Mi misión de reconocimiento aéreo creo que ya es inútil. Por lo que he visto las principales ciudades europeas están destruidas. La torre Eiffel ahora descansa sobre uno de sus lados.”
“Apostaría a que Carolina del Sur ha corrido la misma suerte que Nevada y Florida. En este caso, la única base operativa debe ser la de Hawaii. Nosotros no somos como los europeos, no nos rendiremos. Seguro que los muchachos están reorganizándose; y además, siempre he deseado bañarme en Waikiki.”
El diario era una reliquia de hacía más de mil años. Las referencias bélicas del fragmento eran obvias para Alfanumérico, y que los europeos habían sido unos cobardes, también. Pero no sabía cómo interpretar las alusiones a la torre Eiffel, la base operativa de Hawaii o Waikiki.
A continuación leyó un segundo fragmento del diario, en este caso, descifrado por un colega.
“Estos mierdas de los países terroristas la han liado, pero bien. Y todo por no aceptar nuestra hegemonía como un hecho natural. Disimulaban, pero fueron acumulando un arsenal nuclear considerable, como se está viendo. Y nosotros, humanitarios, al principio solo les castigábamos con proyectiles de baja intensidad radioactiva. Les arruinábamos la agricultura y la ganadería, pero salvábamos a la humanidad.”
“En cambio ellos siempre han estado al margen de la comunidad internacional y de todas las normas civilizadas. Hace unos días, Kazajistán pasó de las palabras a los hechos y arrasó San Francisco. Luego, la escalada fue imparable.”
Este segundo fragmento delimitaba algo los bandos en conflicto. Los llamados “países terroristas”, uno de los cuales había sido Kazajistan, por una parte, y la comunidad internacional, por otra. Esta comunidad internacional parecía encabezada por una potencia hegemónica. San Francisco probablemente fue un aliado de la potencia hegemónica, seguramente menos pusilánime que los europeos, suponía Alfanumérico. Aunque no faltaban arqueólogos que sostenían que San Francisco fue una parte de la potencia hegemónica, quizá su capital. En cualquier caso, había referencias a una conflagración nuclear generalizada. Muchas tradiciones religiosas y populares mencionaban catástrofes ligadas a resplandores malignos y diluvios radioactivos, recordó Alfanumérico.
Después leyó un tercer fragmento del diario del Capitan Harris que acababa de desentrañar.
“La base de Hawaii es un caos. Corre el rumor de que el sur de Australia va a ser el único lugar habitable en un futuro inmediato. He pactado, con cuatro marines, llevarles a cambio de que protejan mi vida. Ahora tenemos que asaltar un depósito de combustible.”
Alfanumérico se echó para atrás los flácidos tentáculos que caían sobre su frente, y sonrió con aire de suficiencia. Ya estamos, pensó, otra leyenda que sitúa vida inteligente en tierras míticas e ignotas, sin tener en cuenta que necesitamos bajas concentraciones de yodo radiactivo para que nuestras agallas puedan capturar el oxigeno del CO2. Que imaginación tenían antes, concluyó Alfanumérico. Bueno, y ahora también, añadió corrigiéndose a sí mismo, ya verás cómo alguien intenta localizar la Australia esa.
Luego, se fue a lanzar su bumerán. Una práctica inmemorial en aquellas tierras.
Felipe Deucalión

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