ÉS UN LLARG ADÉU
Intentes parlar i les teves paraules s'encadenen com en uns mots encreuats.
Intentes llegir però la història que alberguen les pàgines és com una pel·lícula en versió original, en un idioma que no entens i a la que li falten els subtítols.
Intentes caminar, els teus peus no responen al paviment que ara és com un vast oceà en el que ja no saps nedar.
Intentes recordar però la porta a aquesta "habitació desordenada" està tancada, el pany segur, i la clau qui sap on.
Lluny de tu
Lluny de mi
Ens vas deixant a poc a poc, és un llarg adéu; de vegades encara reconec una frase teva, un gest d'abans que aquest hoste inesperat arribés a tu. Va arribar per quedar-se mentre et vas anant de tu mateix lentament. És un llarg adéu.
Marta Albricias
OLVIDO
Xavi Domínguez
CONSEJOS PARA SOBRELLEVAR EL OLVIDO
Si ustedes consultan, en google, el diccionario de la Real Academia y le interrogan por el término “olvido”. Verán que dice: 1. Cesación de la memoria que se tenía. 2. Cesación del afecto que se tenía. 3. Descuido de una cosa que se debía tener presente. Quédense con el segundo de los significados (cesación del afecto que se tenía) y tengan un poco más de paciencia y consulten en el mismo diccionario qué quiere decir afecto. Miren la segunda de sus acepciones. Verán que dice: 1. Cada una de las pasiones del ánimo, como la ira, el amor, el odio, etc., y especialmente el amor o el cariño. Así, pues, si unimos ambos significados, verán ustedes, que por olvido podemos entender la cesación del amor o el cariño. Y eso te duele en las entrañas del alma.
Esta variante del olvido suele funcionar de acuerdo con uno de estos dos modelos:
Modelo (1): Un día al llegar a casa te sueltan, bueno merluzo/a, te frían un paraguas, o bien te largas tú o bien me abro yo.
Modelo (2): Un día al llegar a casa te sueltan, tenemos que hablar (cosa que es mentira, porque solo habla él/ella) y a continuación te enumeran una retahíla razones por las cuales o bien te largas tú o bien me abro yo.
Solo las almas cándidas creen que el modelo “tenemos que hablar” es menos doloroso que el modelo “te frían un paraguas”. En cualquier caso, como habrán observado ustedes, se llega al mismo punto. Y llegados a este punto es inútil contraatacar con suplicas respaldadas en nuestro amor. Lo habitual, si caemos en este error, es recibir una descarga de motivos que van desde la absoluta disparidad de nuestros intereses hasta nuestro apocamiento de carácter, pasando por la perentoria necesidad que nuestra pareja, perdón, que nuestra expareja tiene de reformular su proyecto vital y de encontrar su propio espacio.
Vamos, que ha cesado el cariño que nos tuvieron, de hecho ahora ni se acuerdan (lo han olvidado), y hay que aceptarlo.
Pero cómo, se preguntarán ustedes. Verán hay 5 cosas que no se debe hacer bajo ningún concepto: 1. No sienta lastima de sí mismo/a. No sirve de nada, además ya se la harán sentir los demás. 2. No sea llorón (ni como pose), a los demás les trae sin cuidado su dolor. 3. No se torture preguntándose por cómo le irá a él/ella. Inevitablemente se enterará no solo de que le va muy bien sin usted, sino que además será informado puntualmente de todos y cada uno de sus progresos. 4. No se compare con él/ella, ya lo harán los demás. 5. No tema ser importunado por él/ella ¿No se acuerda? Le ha olvidado.
Comprendo, que aun siendo de un valor inestimable, estas cinco normas no contienen ninguna indicación positiva sobre qué hay que hacer en semejante situación. La verdad es que mucho no se puede hacer, más allá de mantener el tipo. Pero, bueno, ahí van 3 sugerencias de escaso valor como solución al tema que nos ocupa, aunque tampoco son especialmente dañinas: 1. La filatelia y la numismática no son recursos despreciables. 2. Emigrar a Australia y ver qué pasa. Por lo menos pone tierra de por medio. 3. La meditación trascendental y los libros de autoayuda. Aunque en su caso no hay nada que meditar y ni Dios puede subirle la autoestima.
Felipe Deucalión
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