lunes, 14 de mayo de 2012

AMARILLO CHILLÓN


ODA AL AMARILLO CHILLÓN

Amarillo chillón, fuerte entre los fuertes
Amarillo y chillón,  color y tono
tono subido, subido de tono
tus  pigmentos te delatan
luminoso y cálido
expansivo y ardiente
el verano  es tu estación
y  tu fruta,  el limón
pintas soles, cielos sin nubes
con el magenta,  naranjas
con el cian,  ramas
Jovial
Sonoro
Intenso
Amarillo chillón,  descansa  por la noche
en el cojín de un sillón.

Mart@


AMARILLO CHILLON

Cada año en verano me voy a alemania a visitar a mi familia y a mis amigos. Y cada año toca unas minivacaciones. Tocaba ir al mar
 " Ostsee ". En el viaje lloviendo a mares. Hemos llegado de noche y hemos cenado y a dormir. Al día siguiente seguía lloviendo muy fuerte y los paraguas por el fuerte viento se rompieron de uno en uno. Así hemos ido a una tienda a comprar chubasqueros. Sólo había un modelo de color amarillo chillón. Daba igual. Cada uno se ha comprado uno y por la tarde ya casi nochecer nos hemos ido a la playa para darnos un paseo. Que sorpresa cuando hemos realizado nuestro paseo. Toda la gente con chubasqueros amarillo chillón. Como linternas jajjajajajaj. Se podría pensar que todos quisieramos mandar un mensaje al cielo.


Monika

LA CHUPA

Lorena entró en el Decathlon e inmediatamente la vio, allí, un poco más allá de las sudaderas y junto a otras chupas deportivas estaba la que tenía que ser suya, la maravillosa chupa reluciente, la que a todas luces la iba a señalar como la elegida, como una princesa de la noche. Aquel amarillo chillón así lo proclamaba.

Solo quedaba una pero fijo que era de su talla, como así pudo comprobar en el probador, donde con unas tijeras para las uñas extrajo el chivato electrónico de su ansiada prenda. Quedó un agujero redondo en el forro, pero una vez puesta no se notaba nada. Se puso encima el anorak, se lo abotonó y salió tan ricamente por la puerta, tras mirar con aire burlón al segurata.

En su casa, y después de mandar a la mierda a su madre, Lorena tuvo que fregar los cacharros y adecentar la cocina. Mientras fregaba se contempló las uñas recomidas y se maldijo; se las pirraba por pintárselas de un azul eléctrico de lo más resultón. Con unas uñas así de molonas seguro que el Richy se fijaría en ella, pensó. Luego se encerró en el baño y se acicaló con esmero, puso especial énfasis en la reconstrucción del moño a lo Amy Whinehouse, y se repeinó el flequillo que le llegaba hasta las cejas. Se encasquetó unos tejanos cortitos, una camiseta blanca, y naturalmente la chupa; y para la Rambla del Raval que se fue, que había concierto.

Esta vez Lorena fue la envidia de su peña, o como decían ellos: esa chupa triunfa. En el concierto tuvieron sus más y sus menos con unos pavos de Poble Sec, pero acabaron imponiendo su dominio justo delante del escenario, donde Lorena por fin bailoteó con el Richy y brilló en la noche con su chupa refulgente.

Felipe-Decalión

AMARILLO CHILLÓN 
Paseaba por las Ramblas de Barcelona y no era un dia cualquiera, era 23 de abril. Entre la aglomeración de gente me pareció ver  un color especial, observé delante de mi una chica con el pelo muy rubio, con una camiseta amarillo chillón, daba la sensación  que de ella salian rayos de sol.

La luz que desprendia la hacia destacar entre la multitud. Atraida por ella como si fuera una mariposa en una bombilla, intenté seguirla e hice lo posible para no perderla.

A los pocos minutos se paró delante de una parada de flores y vi como sin dudarlo ni un momento compró un ramo de rosas muy amarillas, casi amarillo chillón. Una vez las tuvo en su mano siguió bajando por las Ramblas y despedia unos destellos tan fuertes que algunas personas se giraban a mirarla.

Yo empecé a pensar que era un ser sobrenatural, quizás un ángel. Iba deprisa y su pelo amarillo y largo se ondulaba como si fuera un campo de espigas al viento.

Cuando ya estábamos casi al final de las Ramblas desapareció subitamente. Yo no la habia perdido de vista ni un momento, pero pareció como si hubiera sido absorbida por la multitud.

La Rambla quedó a oscuras sin su luz. Los paseantes seguían subiendo y bajando y todo se veia de un color apagado.

Después de mi sorpresa decidi volver a casa y fui hacia los ferrocarriles bastante pensativa por lo sucedido.

Cuando ya estaba sentada en el tren empecé a ver un resplandor extraño que traspasaba mi bolso de tela. Lo abri y metí la mano en seguida para averiguar lo que era. No encontré nada, solo luz amarilla que se extinguió al tocarla.

No llegué a saber nunca quien era la chica de luz, pero cuando llegué a casa sentí que me embargaba una gran felicidad.

Eulalia


CAPERUCITA

Erase una vez una niña que vivía a la vera de un verde bosque. Cuando ya tuvo edad para andar sola entre las sombras de los arboles su mama le tejió una preciosa capa de brillante amarillo para poder distinguirla cuando entrase en la espesura. Desde aquel día sus amigos la llamaron caperucita y sus enemigos la fosforito.

Un día su mama la envió con una cesta a casa de la abuelita que medio chiflada se había ido a vivir en mitad del bosque. Caperucita se fue muy alegre con su chillona capa adentrándose entre el follaje.

Y así la vio llegar el lobo, como un anunció de amarillo neón “carne gratis, carne gratis”. Y prescindiendo de tonterías, atajos y florecitas, de un bocado, en medio del bosque, se la comió.

Con gran picardía tomo prestada la capa amarillo chillón y se fue a ver a la abuelita. La pobre medio cegata sonrió alegremente cuando vio una mancha amarilla cruzando la puerta y no fue hasta que vio las fauces rellenas de dientes del lobo que se le ocurrió pensar “caperucita, que boca más grande tienes” pero ya fue tarde.

Al lobo la huesuda abuelita le sirvió mas de palillo que de postre, pero con el estomago lleno no pensaba quejarse y se fue tranquilamente paseando por el bosque, conocedor de que por ley ningún cazador osaría disparar contra alguien con chaleco reflectante como el que él llevaba.

Lo que el lobo desconocía es que el nieto del rey andaba por el bosque para emular a su abuelo con la escopeta más grande que podía cargar, y a él que no le vinieran con historias de leyes cuando vio la capa amarillo chillón se dijo, esto aun será más fácil que darle a un elefante, y patapum, nos quedamos sin lobo.



Niños y niñas escuchad la moraleja

Del cuento del lobo, la niña y la vieja,

De amarillo, de blanco o de rojo

con la monarquía ten siempre ojo.


Herman



AMARILLO CHILLÓN
Yo nací en una estrella, en el seno de una familia numerosísima. Era tan excitante el intenso calor que estábamos siempre correteando como locos, chocando unos con otros..........  Pasó mucho tiempo...........  Mi madre murió en una explosión cósmica que nos lanzó al espacio bastante oscuro, pero, en el que brillaban en la lejanía una inmensidad de familiares de ella.  Hacía un frío que pelaba.  En mi adolescencia,  empecé a sentir una extraña atracción que me precipitaba hacia otros, que, como yo, vagaban bastante solos.  Poco a poco, fuimos aglomerándonos en una masa esférica cada vez más grande.............  Pasó mucho tiempo............  La inmensa presión y temperatura que se desarrolló en el interior de aquel planeta  generó entre nosotros una estructura de precisión matemática.  Tan bien unidos estábamos que mi personalidad mutó en colectiva, y, ahora soy "yos".  Un día, una pasta brillante nos impulsó por un gran agujero y salimos al exterior.......... Pasó mucho tiempo..............  Me despertó el ruído de máquinas escarbando; de repente, me sentí izado y lanzado a una cinta trasportadora que nos vertió en una piscina....... ¡¡ aquello parecía un parque temático !!......  En  estos procesos,  conocí a unos seres que andaban tan aprisa de un lado a otro, que yos los llamé los "cole-cole".  Me reí mucho con las cosquillas que me hicieron apretándome contra abrasivos.  Me pesaron y dijeron que tenía muchos kilitos - yos no me veía gordo-,  decían que era una bella joya y se me escapó un ruborcito vanidoso.  Me enteré de mi nombre cuando, tiempo después, escuché esta conversación entre dos "cole-cole":
- ¿ Sabes mofletes ?  creo que voy a abdicar, el elefante me ha dado la puntilla - .
- ¡ Por fin me haces caso , mira que hace años que te lo digo !........¡ oh,  que tarde es ! , entra en mi habitación y coge de mi bandeja de joyas un anillo con diamante -.
- Tac toc tac toc tac toc -
- ¿ Cuál te cojo ?
- ¡ El amarillo chillón !

Dorremi.
 
AMARILLO CHILLÓN

Le llamaban amarillo chillón porque no decía casi nunca nada. Raúl siempre andaba absorto buscando dentro de su mente abstracta nuevas aventuras, muchas de ellas le llevaban donde nadie antes había estado.

Amarillo chillón cruzaba cada día la calle Caballero a la misma hora, y al hacerlo, siempre repetía las mismas y pocas palabras que pronunciaría en todo el día: “jugamos todos”. Lo decía en voz alta, pero nunca nadie lo oía. A continuación, seguía andando y miraba hacia el suelo, intentando no pisar ni papeles, ni chicles, ni pipis ni cacas de perro. Ese era su reto un día cualquiera. A veces lo cumplía a raja tabla, otras veces tenía que aceptar que había pisado un chicle o un pipi sin darse cuenta. Acto seguido, una rabia tremenda se apoderaba de él y salía al exterior, sin disimulo. Tal era su enfado, que por citar un ejemplo, un día se quedó sin comer macarrones, que era su plato preferido.

Amarillo chillón tenía un secreto, estaba enamorado de Lucía, su entrañable vecina. Pero ella no le hacía caso porque le gustaba Manuel, un chico mayor que ella. A pesar del disgusto, Amarillo chillón aceptó no ser el elegido, aunque nunca perdió la fe en que algún día podría suceder un milagro.

Pasaron varios otoños, y con ellos, Amarillo chillón paulatinamente fue cambiando su personalidad. Llegó un día en el que salió a la calle y tuvo una sensación muy distinta a cualquier otro día. Tan solo al pisar la acera con el pie derecho, sintió un alivio muy potente que hizo que, al cruzar la calle no dijera en voz alta lo mismo de cada día. Su mente hiper activa, aquel día, no buscaba historias hilarantes para construir. Incluso su mirada obstinada, no se proyectaba hacia el suelo sorteando papeles, chicles, pipis o cacas de perro. Aquel día, se paró en seco, dio media vuelta y regresó hacia su casa, pero en lugar de entrar en ella, llamó al piso de al lado. Esperó unos segundos y abrió una chica con una bella sonrisa, era Lucía. Los dos se miraron y lo supieron de inmediato.


Sara



UN DÍA AMARILLO CHILLÓN

Ayer estuve viendo la película de Audrey Hepburn, desayuno con diamantes. ¡Qué mujer tan deliciosamente glamurosa, con tanta clase!.

Me gustó su comparación de los días con los colores. Debo suponer que es porque a mí también me ocurre. Por ejemplo, cuando un día me levanto con la mente nublada, aturdida, embotada....., ese día tiene toda la pinta de que va a ser un día gris. Si por el contrario al despertar por la mañana me hallo llena de energía, optimismo y vitalidad, es indudable que ese día va a ser un día verde. Y se preguntarán Vdes. Porqué verde y no rojo o amarillo como el sol. Pues es verde porque a mí me recuerda a la primavera, los campos verdes, el olor a yerba recién cortada..... no sé pero para mí un día feliz y alegre es verde  esmeralda, como la verde primavera. Después están los días pasteles, que ni son especialmente alegres ni tampoco tristes o aburridos, simplemente son días vulgares, un tanto matizados, sin brillo pero no por ello pierden su encanto, son los días azul celeste, rosa pálido o el verde pastel-entre verde musgo y verde manzana.

Ah y por último está el peor de todos, el día que te levantas con un dolor de cabeza horrible, que te ataca del lado derecho frontal, y que pasado un rato ya no sabes si es el derecho o el izquierdo,  más bien parece un partido de ping-pong, donde la pelota va de un lado a otro de mi cerebro. Ese día es el que yo llamo amarillo chillón, lo de chillón es…. porque ¿no les pasa a Vdes. Que cuando tienes ese horrible dolor de cabeza parece que todo el mundo chilla?. Es el típico día en que aunque vayas a la biblioteca creyendo que allí encontrarás silencio, se compincha todo el mundo para hacer ruido. Una puerta que se cierra de golpe, el tedioso cliketeo de las teclas del ordenador del compañero de al lado que se ha traído el portatil, ó la chica de enfrente que cada vez que pasa la página del libro, debe creer que está cortando el viento con un sable, tal es el ruido. ¡Oh sí, definitivamente los días amarillo chillón son los más horrible de todos!, y eso que está también el día rojo, que de ese no quiero hablar por razones obvias......... Al fin y al cabo soy una dama, y esos temas no son de buen gusto.

En fin, como sea que hoy es uno de esos días pasteles, creo que azul celeste, ya que me he podido levantar sin demasiado pesar, he desayunado, he escrito estas líneas y creo que después de todo no es un mal día para salir a pasear. 


Jordana-Lola

DESDE MI BALCON
Segunda semana de abril. A pesar de que la primavera hace ya varios días que ha comenzado, el tiempo es bastante desapacible.
MARTES. Me asomo al balcón y veo que ha parado de llover, aunque el cielo sigue nublado y todo indica que no tardará en hacerlo de nuevo. La calle está prácticamente vacía, algunos coches que pasan y un señor que se apresura a cruzar por el paso de cebra. El parque también está vacío, solamente se ve un señor con un chubasquero amarillo chillón que realiza algunos trabajos de jardinería. No puedo verle la cara, lleva la capucha subida y tan solo se percibe el chubasquero, que resalta por su llamativo colorido.
JUEVES. Desde el balcón puedo ver que después de dos días sigue lloviendo, aunque de forma muy suave y casi inapreciable. El panorama que se divisa es bastante similar al de hace un par de días: dos personas que caminan por la acera con el paraguas abierto y algunos coches parados en el semáforo en espera de que éste les dé luz verde. El señor del chubasquero amarillo continúa con sus trabajos de jardinería.
SABADO. Por fin ha parado de llover. Hace un día primaveral, claro y muy luminoso. El sol es amarillo intenso; no puedes mirarlo, si lo miras te hace daño. En el parque unos niños juegan y una anciana pasea a  su perro. Se detiene y habla con un señor vestido de verde. Le reconozco, es el señor del chubasquero amarillo, pero hoy ha cambiado el chubasquero por una chaqueta verde. En la espalda puede leerse: parques y jardines. En la parte derecha del parque veo flores, muchas flores: tulipanes, rosas, claveles,… y otras especies que no identifico. Todas ellas son amarillas, amarillo chillón.

M.Jose-Asia

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